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Los rayos del sol se mofan de la ventana desprotegida de Minho, quien se reprocha no haber cerrado las cortinas la noche anterior. Abre los ojos con fastidio debido a la intensa luz que irrumpe en su habitación y, se queja ante el dolor de cabeza. Parpadea un par de veces para adaptarse y, finalmente, dirige su mirada hacia la figura que yace a su lado.

En ese momento, recuerda que no regresó a casa solo.

Jamás en su vida habría imaginado que lo primero que verían sus ojos al despertar sería el sereno rostro de Hyunjin Hwang, profundamente dormido a su lado. Nunca. Ni en sus sueños más peculiares se habría planteado tal idea.

La situación es rara, pero extrañamente, Minho la encuentra familiar.

Se toma su tiempo para observar al alfa dormido. El pecho de Hyunjin sube y baja con un ritmo pausado y constante. Sus largas pestañas rozan sus rosadas mejillas, una de ellas apoyada contra la almohada. Sus labios lucen más hinchados y rojizos de lo habitual. La imagen no es nueva para Minho; después de todo, ya había contemplado al alfa durmiendo durante su viaje a Mynta. Sin embargo, verlo dormir en su propia cama añade un nuevo nivel de intimidad que lo toma por sorpresa.

Está a menos de medio metro de distancia, siente su respiración en la piel desnuda de su cuello y percibe el embriagador aroma del alfa que impregna la habitación. Para su asombro, y sin poder entenderlo del todo, no le resulta molesto en absoluto.

Suspira, decidido a poner fin a la deriva de sus pensamientos sobre el alfa, y se gira para levantarse de la cama. Mientras lo hace, añade a su lista de inconvenientes de ser un beta, su escasa tolerancia al alcohol. Está seguro de que solo bebió media botella, y por la manera en que se siente al despertar, sabe que el licor sustituyó su sangre con rapidez.

Los recuerdos de su borrachera se mezclan con los momentos "felices" de la cena familiar que compartió poco después de que Felix se marchara con el alfa. Y la pesadez en su estómago regresa.

***

¿No crees que otro matrimonio sería inconveniente en tan poco tiempo? —Minho trata de convencer a su madre, pero la larga lista de veces que ha fracasado en ello debería advertirle que es inútil negociar con Marissa.

—Jennie Park es una chica excelente. —Responde Marissa sin levantar la mirada del guiso frente a ella—.  La boda de Felix será el mes que viene y la tuya dentro de seis meses. Y espero que tengan hijos pronto que aseguren la línea de sucesión antes de que cumplan treinta.

—¿Línea de sucesión? No somos una monarquía, mamá. —Se contuvo de rodar los ojos pero no evita que el hastío se refleje en su voz.

Marissa levanta la mirada y Minho no la retira. Sabe que ha perdido esta batalla, pero no está dispuesto a no luchar.

—Eres un beta, Minho. ¿Crees que tu poder dentro de la empresa durará lo suficiente si no tienes un hijo que pueda afianzar la confianza de la junta? ¿Crees que vales algo para ellos sin un alfa que respalde tu posición?

—Sabes que soy muy capaz de dirigir la empresa. No tiene nada que ver ser beta.

—Esa no fue la pregunta. —La voz monótona de su madre es algo a lo que Minho está acostumbrado, eso no evita que le disguste—. No dejaré que el legado de mi familia termine por tu culpa. 

—No es...

—Te casarás dentro de seis meses y si quieres continuar gozando de tus privilegios, me darás un nieto alfa digno de heredar las empresas Lee, beta. No estoy discutiendo esto contigo, es una orden. —La alfa no eleva la voz, no lo necesita para imponer su decisión—. ¿Por qué no eres más como tu hermano y cumples con lo que se te pide sin protestar?

Atlas -  HyunhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora