Atlas - Hyunho

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Los interrogatorios fueron abrumadores.

Jisung había practicado tantas veces lo que tendría que decir, que podría recitarlo hasta dormido. Eso no evitó que la Guardia ejerciera más presión al punto de casi quebrarlo.

Si no fuera por las influencias de su padre, Jisung todavía estaría en esa espiral tóxica de preguntas y acusaciones.

El día que Hyunjin y los demás se fueron fue caótico.

Las explosiones hicieron lo suyo: crear confusión.

Todo Atlas estaba al borde del colapso, todos fueron presa del pánico. Por suerte solo hubo algunos heridos no mortales, su mayoría fueron conductores imprudentes en medio del caos.

Jisung y Seungmin vieron como el grupo se alejó por la salida planeada, pero cuando se llevaron a Minho consigo ambos quedaron perplejos.

No era parte del plan, y ambos tendrían que agregar al beta a la ecuación y esperan no estar cometiendo un error.

En medio del pánico en Calipso, Jisung no tuvo que forzar sus lágrimas. Sí estaba asustado, pero no por las explosiones. La estampida humana lo perturbó más de lo necesario, sentirse asfixiado por cuerpos sudorosos y gritos ensordecedores no es una sensación placentera en lo absoluto.

Cuando finalmente salió al exterior y alcanzó a uno de los paramédicos, su ataque de pánico era real.

Luego de calmarse se dió cuenta que había sido trasladado a la jefatura junto a Seungmin para declarar.

—Todo estará bien. —Le susurró el beta y Jisung tan solo lo miró, demasiado agotado para pensar en decir una palabra, o para pensar siquiera.

La policía pensó que seguía en estado de shock cuando no respondió nada. Y genuinamente estaba en shock, no por el secuestro de su amigo ni las explosiones, pero no iba a explicárselo al alfa molesto que continuaba haciendo las mismas preguntas todo el tiempo.

—¿Qué pasó con Lee Minho y Hwang Hyunjin?

Jisung no lo sabía.

No conoce a Minho en lo más mínimo, no sabe qué es lo que sucedió ni por qué decidió seguirlos. Lo único que sabe es que ahora está con Hyunjin y los demás, y espera que sobrevivan a lo que sea que se van a enfrentar allá afuera.

—No lo sé. —Era su respuesta a cada pregunta.

No importaba si le preguntaban su nombre, el día o su color favorito. Jisung no era capaz de responder de forma coherente nada por las primeras horas, hasta que pudo recomponerse y recordar las respuestas que debía dar.

Sobrevivió a la ronda de preguntas de la Guardia, al igual que Seungmin, dándoles la información necesaria para que puedan avanzar.

Estudiaron el plan por un año, con diferentes escenarios y situaciones, siempre existía un plan de contingencia. Pero nunca esperaron que Lee Minho también estuviera en el plan.

Y con la adición de Minho, en la  mente de Jisung solo hay dos escenarios posibles: todo saldría de acuerdo al plan o Minho los enviaría al frente.

***

Ha pasado un mes y su mente continúa reproduciendo en bucle los ojos dorados de Minho, como Hyunjin lo tomó de la mano y él lo siguió.

Había escuchado muchas historias sobre los ojos dorados, pero nunca había visto a ningún beta exteriorizarse.

La abuela de Jisung solía contarle la historia de sus padres: dos betas que fallecieron cuando ella apenas tenía quince años. Su abuela tan solo vió el brillo dorado en los ojos de sus padres en dos ocasiones: cuando su madre descubrió que estaba embarazada por segunda vez y el día del accidente en dónde solo  sobrevivieron ella y su pequeño hermano de seis años.