Atlas - Hyunho

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Hyunjin es naturalmente coqueto.

No puede evitarlo aunque ya le ha metido en problemas. Durante su época de estudiante era bastante popular y solía tener fama de casanova, así fue como conoció a Jisung. Todavía le pide disculpas por el malentendido en el que metió al omega con sus padres cuando ambos estaban en la fiesta de primer año. 

Durante la fiesta y luego de un par de tragos el alfa vio a Jisung apartado en una esquina y se acercó a conversar con él. Estaban teniendo una conversación entretenida cuando el celular del omega sonó y Hyunjin hizo un comentario durante la llamada del omega que lamentablemente su madre escuchó y malinterpretó la situación. Jisung se enojó y Hyunjin lo buscó el lunes en clase para disculparse. Le explicó que realmente no había sido su intención y no esperaba que se entendiera de esa manera, Jisung aceptó sus disculpas no sin antes advertirle que algún día se iba meter en líos serios por no fijarse en lo que dice. Luego de un tiempo también se disculpó con la madre de Jisung, que le restó importancia al asunto porque "eran jóvenes todavía" asumiendo que eran pareja, lo que avergonzó a ambos.

Se hicieron buenos amigos y Jisung tuvo que salvar el pellejo del alfa tantas veces porque no podía permanecer tranquilo cinco minutos sin llamar la atención y conseguir alfas enojados porque se atrevía a coquetear con sus parejas, a pesar de que Hyunjin dijera que ser amable con las personas no es coquetear.

Recuerda esa época con una sonrisa mientras camina por la avenida principal de la casa de la madre del omega. Desde que empezó a trabajar en la empresa se le permite andar por la ciudad sin guardias todo el tiempo, o al menos se las ingenia para deshacerse de ellos una vez que llega a la empresa.

Cuando llega al conjunto de casas entra sin tocar, asegurándose que no haya miradas curiosas a los alrededores. Tiene una copia de la llave que Jisung le dio hace años, por lo que no fue problema entrar. Hace el menor ruido posible cuando llega a la sala, deja que su aroma se libere para que sus amigos le reconozcan.

Avanza por la estancia escuchando la madera crujir. Es una casa antigua, remodelada hace algunos años pero la madre de Jisung decidió conservar los pisos de madera con algo de nostalgia. Las cortinas de la sala permanecen cerradas para más privacidad. A simple vista la casa está vacía, pero Hyunjin sabe que existe un departamento extra debajo de la propiedad.

Se acerca a las escaleras y abre la puerta de la bodega. El compartimento oculto entre las tablas es imperceptible para alguien que no sepa que está ahí. Da dos golpes esperando que le abran.

El suelo cruje y la puerta se abre dejando ver los ojos de un alfa, el resto de su rostro cubierto por un pasamontañas. Hyunjin sonríe de lado cuando se reconocen. Él se hace a un lado dejándolo entrar y cerrar la puerta tras sí, y una vez dentro, se abrazan.

—Pensé que no te volveríamos a ver, Hyunie. —Sonríe Chan quitándose el pasamontañas. 

—Perdí su rastro hace unas semanas y entré en pánico, Jisung me salvó de caer en la locura. —Le abraza de vuelta y se gira para saludar al resto de sus amigos ocultos ahí.

Tres alfas, dos omegas y dos betas era un grupo bastante grande para ocultar. Pero ahí solo estaban cuatro de ellos.

—¿Cómo está todo ahí arriba? —Pregunta Jeongin cuando le saluda—. Sungie nos mantiene informados pero no podemos usar redes de internet demasiado tiempo desde aquí, se supone que no hay nadie.

—Lo usual, Innie. El alcalde y sus bailes, la policía y sus redadas, más gente en la calle.

—¿Y tu compromiso? —Ladea la cabeza con duda. Los demás, que estaban inmersos en sus asuntos previos a su llegada lo miraron con curiosidad.