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Minho no nota sus piernas moverse por sí mismas hasta que está a escasos metros del enorme animal, que está tendido en un gran charco de sangre. La cola con púas ahora también está en el suelo, S.Coups la ha cortado.

Del otro lado del animal, se escucha la tos de Hyunjin y el beta corre hacia él. Encontrando al alfa en el suelo, aparentemente ileso, con el animal sobre su pierna derecha. Se apresura a quitar el cuerpo inerte con ayuda de los alfas, pronto se unen Ingrid y Karina. Entre todos pueden liberar la pierna de Hyunjin.

—¿Puedes moverla? —Pregunta Minho, temiendo tocarla por si tiene alguna fractura.

—Estoy bien, no está rota. —Hyunjin intenta tranquilizarlo con una sonrisa, que no logra su objetivo porque el beta frunce el ceño con preocupación.

Karina arremanga el pantalón para examinar la pierna con cuidado, el alfa sisea cuando la toca. La omega sujeta dos extremos y presiona con fuerza, un crujido se escucha y Hyunjin muerde su labio inferior para no gritar, haciéndolo sangrar.

—Sobrevivirá. —Dice Karina, buscando entre sus cosas algo para hacer un soporte y mantener la pierna firme en lo que sana.

Minho ayuda a Hyunjin a levantarse y se alejan del desierto, entrando al bosque. Chan está a su lado, ayudándolo a llevarlo a una zona segura, si es que pueden encontrarla.

El grupo avanza durante unas horas entre los matorrales hasta lo que parece ser un arroyo. Hyunjin se sienta contra un árbol, dejando escapar un gruñido por el esfuerzo. Minho se queda a su lado, con el entrecejo arrugado todavía.

Changbin y Karina se quedan con ellos mientras el resto del grupo regresa por el cuerpo del animal, por alguna razón que Minho no logra escuchar, muy concentrado en evitar que la fiebre se apodere de Hyunjin.

Con el arroyo cerca, no es tan difícil mantenerlo hidratado, algo que agradecen, pero siguen estando en la intemperie. Con criaturas como esa sueltas por ahí, no se siente muy seguro en el suelo. Ni en ningún lado a decir verdad.

Al caer la tarde, Minho intenta que Hyunjin coma algo, pero el alfa es terco insistiendo que coma el beta primero.

—Hwang Hyunjin. —Lo reprende Minho.

—No me hables en ese tono, estoy enfermo. —Hace un puchero, claramente molestando al beta.

Minho rueda los ojos.

—Por eso mismo, debes comer. —Se cruza de brazos, no está dispuesto a ceder en esa discusión—. Sé un buen alfa para mí y come.

Los ojos de Hyunjin brillan cuando escucha a Minho. El beta lo nota y se sonroja, aclarando su garganta y pretendiendo que no ha dicho nada, acerca la comida a la boca de Hyunjin, quien esta vez y con una sonrisa, acepta gustoso el bocado que le ofrece y termina su comida en silencio, tan solo admirando el rostro de Minho.

El alfa está encantado con el tono rosáceo de las mejillas y orejas del beta. No recuerda haberlo visto tan rojo antes, y se siente honrado de poder tener esa vista.

El beta esquiva su mirada pero puede sentir la calidez que emana el alfa por medio del lazo,  además del intenso aroma que opaca todos los demás. Está sonrojado, y debería sentir vergüenza por ello, pero se siente más avergonzado por no sentirla.

—Mirame, beta. —No es una orden. Su voz es tan suave y dulce como un arrullo, que Minho necesita todo su autocontrol para no ronronear en respuesta, aunque técnicamente no puede hacerlo—. Por favor.

De todos modos, obedece.

Su corazón se detiene cuando lo mira. Hyunjin luce maravilloso en medio de la naturaleza, a pesar de estar herido. El rasguño en su frente lo hace más atractivo a los ojos de Minho. Su labio herido se ve tan rojo y apetecible, que Minho quisiera lamerlo para poder curarlo.

Atlas -  HyunhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora