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Minho no quiere ir, no solo por Hyunjin; el beta realmente tiene muy poca energía. Lidiar con un lazo negado es agotador, y más aún si el otro lado desea con todas sus fuerzas que sea aceptado. Es ilógico desde su punto de vista, ¿qué harían Hyunjin y él con un lazo en Medis? Sería suicida, sin mencionar que destrozaría a su hermano. Porque Minho sabe que Felix sí está ilusionado con la boda y con el alfa. Quizá no lo ame, pero el omega se la vive con estrellas en los ojos.

No podría hacerle eso a su hermano, por mucho que su corazón duela y su lobo se niegue a escucharlo.

Abandona la oficina cabizbajo y con pies de plomo, dispuesto a abandonar el edificio, ir a casa, tomar una larga ducha y pasar por el alfa para la dichosa fiesta. No quiere que nadie le hable, le mire o siquiera respire cerca de él porque está irritado y cansado de todo.

Hyunjin no opina lo mismo.

—Hola, Minho. —Lo saluda apenas sale de su oficina, tomándolo desprevenido.

Minho ahoga su grito de sorpresa e ignora a su lobo emocionado con una mueca de disgusto.

—¿Quieres matarme de un susto? Trata un poco más, casi lo consigues.

—Tan encantador como siempre. —Dice Hyunjin con una sonrisa y Minho se pregunta de dónde obtiene la energía para sonreír.

—¿Se te ofrece algo? Estoy de salida. —Sigue su camino y se dirige al escritorio de su asistente para despedirse.

—Nos iremos juntos. —Dice el alfa alcanzándolo a mitad del pasillo.

No estaba preguntando. Minho arquea una ceja ante sus palabras.

—¿Disculpa?

—Si, Seungmin dijo que me iría contigo.

Minho resopla y decide seguir caminando, sabiendo que el alfa está justo detrás pisándole los talones.

—Si, te recogeré a las siete, lo dije en el mensaje. —Presiona los botones del ascensor cuando ambos entran.

—¿Sabes dónde vivo?

—¿Te mudaste acaso?

—De hecho, sí.

Minho parpadea con sorpresa. No esperaba esa respuesta. Espera en silencio calmando su necesidad de abalanzarse sobre el alfa y pegar su nariz a su cuello. Se reprocha así mismo y en cuando las puertas se abren, sale corriendo del elevador.

—Me envías la ubicación. Hasta luego.

—Minho...

El alfa tiene mucho para decir y el beta no está dispuesto a escuchar. Sin embargo, Hyunjin no quiere presionar a Minho así que solo suspira y lo deja ser. Se dirige hacia su vehículo y va a su departamento, esperando que la ducha caliente, calme la sensación de frío que se ha instalado en su corazón.

***

Se supone que sería una noche divertida, pero a Minho no le parece divertida en absoluto.

Espera dentro de su auto que el alfa salga del edificio de apartamentos donde ahora vive. Le queda algo más cerca de la oficina (y de su departamento). Parpadea evitando seguir esa línea de pensamientos y se concentra en las luces de la avenida.

La puerta del copiloto se abre y Hyunjin entra en su auto con su sonrisa habitual. Minho cree que le ha hablado pero sus sentidos no están en sintonía para procesar lo que el alfa dice. Lo escucha como si estuviera debajo del agua, apenas audible. Trata de prestarle atención, contesta con monosílabos ocasionalmente, no sabe si Hyunjin ha notado que está muy perdido.

Atlas -  HyunhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora