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Minho está molesto.

Las modificaciones que ha tenido que hacer en su agenda para cumplir con su nuevo trabajo de niñero a medio tiempo no le han hecho ninguna gracia. Cuando camina por los pasillos de las oficinas que la empresa que su madre comparte con Jaewon todos pueden notar su disgusto y no precisamente por su olor, que de poseer alguno es seguro que tendría a todos con los nervios de punta. Su expresión, sin embargo, es suficiente para que algunos omegas desvíen la mirada y algunos alfas entrecierren sus ojos en alerta.

—Buenos días, joven Lee. —Saluda la secretaria de Hwang en cuánto llega a la puerta—. El joven Hwang lo está esperando.

Minho responde con una reverencia y abre la puerta listo para la guerra.

Y no está muy lejos de la realidad.

—Llegas tarde. —Es lo primero que Hyunjin dice cuando lo ve entrar, detrás de su escritorio repleto de carpetas e informes.

—Buenos días para ti también. —Responde con una sonrisa sarcástica mientras se acerca al escritorio—. Lamento informarte que ser tu niñero no es una prioridad en mi vida, tengo mucho trabajo que hacer además de cuidarte, Hwang.

—Tan cariñoso como siempre, Lee. —Le dice en el mismo tono que había empleado el beta—. Pero no te preocupes, no necesito niñera. Puedo encargarme de esto sin ti, así que pierde cuidado y vuelve a tus tan exigentes ocupaciones.

Minho quiere quitarle la sonrisa del rostro, sin embargo, no es una persona partidaria de la violencia.

—Si tanto puedes hacerlo por ti mismo, entonces ¿por qué revisas los materiales de mantenimiento de las bodegas de los Lee de julio de hace cinco años?

—Quiero asegurarme que todo esté en orden.

Minho alza una ceja ante su respuesta.

—Tardarás una eternidad revisando cada informe de proveedores desde la creación de la empresa, ¿sabes cuántas veces al año se aprovisiona cada bodega? 

Espera en silencio una respuesta que no llega y no puede evitar sonreír de lado, para luego suspirar. No querer estar ahí es un hecho, pero dejar a Hyunjin a su suerte es peligroso para ambas empresas y no piensa dejarlo así. Sabe que las dos semanas que pasó con Felix no fueron suficientes y está casi seguro que durante esos días se dedicaron a recorrer las instalaciones y revisar informes y estados financieros. 

—Veinte veces si es la bodega del norte, dieciocho la bodega del sur, veintitrés la bodega central y catorce la del este. 

—¿La del oeste?

—Se cerró el otoño pasado. Algo que sabrías si revisaras los informes de hace un año y no los de hace media década.

—Los documentos desde hace cinco años son importantes.

—Sí, para el departamento legal. —Suspira Minho—. ¿Eres abogado? No. ¿Trabajas para el departamento legal? Tampoco. Eres el maldito gerente, no te importan los proveedores de hace cinco años, te importan los proveedores del último año y los del siguiente. Y con suerte te importan los proveedores porque eso es tarea del departamento de logística. Lo que realmente te tiene que importar es mantener a los socios, clientes y empleados contentos. 

Hyunjin no quiere admitir que tiene razón. Sabe perfectamente que debería salir de la oficina y recorrer las bodegas y las tiendas de la zona noreste que le corresponden a la sede y asegurarse de que el proceso logístico se cumpla a la perfección y los clientes estén satisfechos con el servicio. Pero no quiere involucrarse demasiado en lo que detesta todavía. Revisar los proveedores no ha sido solo un capricho, aunque podría parecerlo, pero no tendría que darle esas explicaciones a nadie en especial a Minho.

—¿Qué sugieres entonces? —Cierra la carpeta y junta sus manos debajo de la barbilla mirando al beta, quien le sonríe en respuesta.

Media hora después Hyunjin se arrepiente de haber peguntado. Está sentado en el asiento del copiloto en el vehículo de Minho mientras éste los lleva hasta la bodega central. Hyunjin sabe que debe conocer el funcionamiento y procesos dentro de las bodegas directamente, pero no es una tarea que le place en absoluto, mucho menos compartir espacio con Minho Lee.

Viajan en silencio y con clara incomodidad, pero fue idea del beta ir en su propio auto sin chofer y Hyunjin no tenía ánimos de discutir más tan temprano.

Realmente no habían convivido demasiado como lo había hecho con Felix, y usualmente es bueno estableciendo relaciones interpersonales, pero Minho era diferente. Cuando lo conoció aún siendo niños, él prefería quedarse con su madre y no jugar con ellos. No frecuentaba la casa de los Hwang y cuando Hyunjin iba de visita siempre estaba encerrado en su habitación. Con el tiempo dejó de ver a la familia Lee pero sabía que sus padres seguían siendo amigos. 

Apenas dos años antes, cuando Jaewon lo obligó a asistir a una cena formal, vio a Minho una vez más. Intentó acercarse porque no había visto chicos de su edad ahí, y Minho no era lo suficientemente mayor para considerarse un anciano. No resultó bien y al final de la noche, el alfa se marchó apestando a molestia.

Para Hyunjin, Minho era un niño mimado, engreído y grosero.

Para Minho, Hyunjin era un hipócrita que solo pretendía ser amable con él frente a sus padres. 

Simplemente no se caían bien.

Una vez llegan a la bodega, ambos dejan escapar un suspiro audible y se bajan del auto, sabiendo que tendrían que hacer un recorrido durante al menos dos horas por bodega sin discutir. Sería un día realmente largo. 


Hola gente bonita, una disculpa por la aburrida perorata sobre logística, pero es importante, lo juro.

Y nada, espero que les haya gustado. Tomen agua y cuídense,

Ivanna x.

Atlas -  HyunhoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora