Un alfa para, ¡Papá! - KookV

92- Elección.

El mundo se le vino encima a Jungkook cuando los tres tonos de la llamada que le estaba haciendo a Jihoon sonaron sin ser contestado. Algo en su pecho se apretujo y sintió como cada bello de su cuerpo se erizaba como una señal de alerta, todos sus instintos a flor de piel mientras Hoseok cubría al alfa lidera de Akela con su cuerpo. 

—Si no te controlas, puede que Yoongi y Jihoon mueran donde sea que estén. —hablo el peliblanco con su mano en el pecho de su hermano, quien parecía querer arrancarle la cabeza al líder contrario, Hoseok sumamente calmado mientras veia los ojos azules de Jungkook dijo aquello.

—No hay ningún problema con eso. —expreso Jungkook bajando el celular de su oido y dando por hecho de que si, su hijo omega estaba en problemas—No siento mucho a Nochu este tiempo, por lo que las emociones ajenas no me afectan.

Jungkook queria explicar que por mucho que sintiera emociones fuertes en su cuerpo, se mantenía en completo control, lo que a Hoseok le sorprendió, mas no acoto nada acerca de aquel tema en particular. Ahora había cosas mas importantes que tatar. 

Hoseok levanto una ceja confundido, aun así asintió con la cabeza apartándose del frente de Jungkook. El peliblanco sentía demasiadas cosas nuevas, como el hecho de saber que su destinado no estaba muerto después de todo, o en el hecho de que Christopher había dicho que Yoongi tenia un hijo, por lo que había muchas posibilidades ese niño fuera su cachorrito de zapatillas naranjas. Había tenido un hijo varón.

El peliblanco relamió sus labio nervioso antes de cerrar los ojos y voltear su cuerpo para ver al ala contrario. Si en ese tiempo que llevaba de entrenamiento con Haesung le habían enseñado algo era que no se podía resolver nada con los puños o venganzas. 

—¿Qué quieres? Entiendo que no nos darás a nuestra familia, pero tampoco vamos a dejarte libre, ¿Entiendes que eres mas peligroso afuera que aquí para nosotros? —hablo Hoseok viendo los ojos esmeraldas. 

Christopher miro los ojos ajenos, Hoseok se sintió demasiado incomodo, el alfa lo veia como si tratara de analizar algún hecho en particular, y aunque Hoseok tenia mucha experiencia en ocultar su verdadero ser, de alguna forma le asustaba lo que el alfa pudiera ver en sus ojos, o en que el mismo desconocía de su propia persona. 

—Siempre creí que Eunseok se parecía mucho a su padre omega, esa forma de cerrar la boca y hacer dos pasos hacia atrás, aunque claro, al principio Yoongi era mas peligroso de lo que es ahora... —una media sonrisa ensangrentada se formo en sus labios— Se canso de apuñalarme, nahh, no se canso, simplemente paro luego de que le rompiera todos los huesos a su hijo. 

Hoseok apretó la mandíbula con fuerza, su respiración comenzó a ser escuchada por Jungkook quien había escuchado cada palabra. 

—¿Quieres saber que edad tenia Eunseok cuando paso? —pregunto el mayor. 

Jungkook vio exactamente el momento en que el alfa puro que llevaba su misma sangre soltó un golpe de puño directo a la mandíbula contraria. Abrió sus ojos como platos mientras levantaba su pie derecho para patear la rodilla contraria. Un fuerte crujido se escucho y de inmediato el gruñido ahogado de dolor de Christopher. 

—¿Tu si sabes como se siente ese dolor? —gruño Hoseok apretando la fractura que había provocado en la pierna ajena— Te enseñare. 

—Para, no llegaremos a nada así. —Jungkook detuvo al mayor y lo miro a los ojos.

—¿Jungkook? —la voz del omega se escucho a su espalda, amos alas voltearon a ver al rubio. 

Se encontraba parado en casi una esquina del sótano, mirando sus manos aun rojas de la sangre de Yugyeom y algo de la de Christopher. Jungkook de inmediato noto los ojos café de Taehyung y el desconcierto en el rostro ajeno.