84- Una gota de sangre.

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Taehyung solía decir que para matar las penas no se necesitaba mas que una copa de vino, una tina caliente y tu mente en blanco

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Taehyung solía decir que para matar las penas no se necesitaba mas que una copa de vino, una tina caliente y tu mente en blanco. Hoy, sumergido en el vapor del agua caliente de  la ducha mientras el agua se llevaba la espesa sangre ajena, notaba que necesitaría mas que una copa de vino para asemejar que los pensamientos no lo devoraran por dentro en un pestañar. 

Se sentía vacío, otra vez, si, tan vacío que la marca cicatrizada en su cuello no podía llenar los bastos espacios. ¿Que sucedía con el? Podía preguntarse aquello cientos de veces sin realmente obtener una respuesta coherente a sus dudas. 

Su corazón martillaba fuerte mientras las imagines en su cabeza parecían tomar realidad, sus hijos pequeños viéndole completamente ensangrentado. Algo de lo que Taehyung estaba orgulloso de si mismo, era nada mas, ni nada menos, que el hecho de siempre haber actuado según la situación, con altura, elegancia e inteligencia. Jamas una emoción ajena a la razón habia surcado su mente al nivel de manejarlo de forma impulsiva como si de alguien mas tratara. 

Sus manos picaban con la sensación de la piel de sus muñecas, dios, sentía la necesidad de ahorcar su propia mano con fuerza. ¿Que estaba sucediendo? 

Pregunta que no solo se hacia Taehyung mientras se refregaba con fuerza la sangre del líder de Akela. 

Hoseok desvió la mirada por octava vez en la tarde hacia donde estaba la puerta del cuarto de baño, podía escuchar el caer de la ducha y los raspones de las manos de Taehyung con euforia. Relamió sus labios nerviosos mientras una vez mas obligaba a su atencion a concentrarse en la voz del teléfono. 

        —Esta en shock, es normal. —Hablo Park Jimin otra vez de la linea telefónica que le pertenecía al peliblanco. 

Hoseok negó con las conjeturas del rubio omega que bien conocía a este punto de su vida. 

—No estas entendiéndome. —Gruño nervioso, las emociones desbordándose de su propio control. —El no llamo a Jungkook, no sintió el miedo  así, el vio a Jungkook allí. —Dijo convencido cuando recordaba al omega caer de rodillas llamando al alfa mientras veia el suelo vacío. 

      —Pero... ¿Como puede ser eso? 

—No  lo se. —Gruño mas fuerte haciendo estremecer a Jimin.

     —¿Estas en control? ¿Estas calmado? —Pregunto el rubio. 

El alfa cerro los ojos un momento mientras aspiraba el suficiente aire para llenar sus pulmones y luego liberarlo en una respiración lenta, en busca de su calma como el psicólogo le habia enseñado a hacer. 

      —Esto puede ser muy estresante para ti, por eso mismo no te recomendé ir hasta américa, Hoseok. —Regaño el omega algo molesto. —Se que quieres ayudar, pero no es momento, tu aun sigues siendo el monstruo que ellos conocen como "Lobo Solitario" No eres Jung Hoseok, el primogénito de Luna llena. 

Un alfa para, ¡Papá! - KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora