74- Una pieza del juego.

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Hace años atrás Akela era de las mejores manadas para vivir, una de las manadas mas tranquilas, un lugar de buena gente, contaba con un beta a cargo de ser la mano derecha del líder

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Hace años atrás Akela era de las mejores manadas para vivir, una de las manadas mas tranquilas, un lugar de buena gente, contaba con un beta a cargo de ser la mano derecha del líder. Una mujer fuerte y valiente, la ultima descendiente de su linaje al igual que Christopher, ambos no eran muy amigos, habia una especie de enemistad entre ellos, mas ambos sabían respetar sus lugares en la jerarquía, mostrando el respeto que cualquiera de los dos merecía. 

El alfa puro resulto herido por mano de su beta dos años después del nacimiento de su segundo hijo. El don que era mas conocido como una maldición lo sometió a la locura demasiadas veces, las emociones que habia sentido aquel ultimo tiempo lo habían descontrolado de maneras inimaginables. 

Era un alfa fuerte y capaz, pero eso se vio completamente destruido cuando en un arranque de ira termino por asesinar a su propia omega. La mujer, Emma, murió a manos de su alfa en una mañana de total descontrol. 

Amanda, su beta y mano derecha uso por primera ves la habilidad que se le habia otorgado según su linaje. Detuvo al alfa para evitar que lastimara a cualquiera de los dos cachorros que lloraban por el lazo roto que su difunta madre les habia provocado con su muerte. 

Lo detuvo como pudo, lastimando al alfa quien jamas en su vida habia siquiera vivido nunca una herida que no sanase luego de algunos momentos. Christopher entendió por primera vez el alcance del poder de un beta de manada. Podía morir en manos de uno de ellos. 

Cuando el alcance de su cordura regreso y vio lo sucedido no sintió mucho mas que el leve dolor del lazo roto. No sentía demasiado por Emma, tal vez enloquecía con sus celos o buscaba estar pegado a ella, nunca pensó en si podía vivir sin la omega, no era necesario, ahora se cuestionaba, pero fue sorpresa, tras su muerte el sintió libertad. 

El lobo puro se obsesiono años después con las historias de manadas, investigo a todas las manadas del mundo, sus lideres, su linaje completo, sus acciones, sus muertes... Todo lo que pudo. Entonces Corea le llamo la atención. 

Creo un plan perfecto para la soberanía que queria sobre su jerarquía y rango. La casta de una manada perfecta. 

Claro que habia un problema, los betas eran un problema, Amanda lo era. La única con el poder de derribar cualquiera de sus planes. Se deshizo de ella una noche de invierno, desapareció su cuerpo y culpo a los políticos corruptos que buscaban desaparecer la manada, nadie sospecharía nunca de el. 

Sin Amanda en medio sus planes tomaron forma. Consiguió a un joven de origen chino quien necesitaba una manada después de que la manada de su pais desapareciera, por luchas sin sentidos en la unión soviética. Un tema que le causaba cierta duda. En las luchas de poder humano, estos habían arrastrado a las manadas de sus respectivos países a luchar. 

Era entendible, después de todo el poder que estas tenían eran grandes, claro que no contaban conque desaparecieran luego de la muerte de su líder. 

Un alfa para, ¡Papá! - KookVDonde viven las historias. Descúbrelo ahora