|Capítulo catorce|

119 13 3
                                    


Downey May.

Winslet está de cumpleaños y me había amenazado con ir a la fiesta acompañado de mi linda novia, si no lo hacía me cortaría en pedacitos según sus palabras.

En cuanto aparqué la moto frente a su casa, podía escuchar la música electrónica fuerte y clara y varios chicos del mismo instituto tomando hasta más no poder. Oficialmente eran las siete de la noche y la fiesta parecía estar en su punto.

No quiero saber cómo estará cuando llegue la madrugada.

De todos modos no me quedaría a averiguarlo.

Suelto mi aliento enderezando mi espalda, su mejilla sigue pegada a mi hombro derecho y sus brazos se aferran con fuerza a mi cintura. Muerdo mi labio inferior, fijando mi vista al hermoso cielo que nos observa.

Carraspeo antes de hablar, sintiendo mis nervios internos querer salir tal y como lo hicieron al verla en ropa deportiva y sudada. Agradecí al todopoderoso que Jade Matthews era un poco distraída, si no, estaría con otro bonito morado en mi mejilla.

Si la nerd supiera todas las depravaciones que pienso cada vez que la veo, me molería a golpes tal como un saco de boxeo. Y estoy seguro de que le gustará hacerlo.

—Ya llegamos —susurro, acariciando sus manos.

No podía mantenerlas fuera de su piel, jodida mierda. Nunca había tocado algo tan suave como Jade Matthews, y la curiosidad de saber si era igual de suave en otros lugares no hacía más que joderme la cabeza.

Ella será mi perdición y solo era una enana de diecisiete años.

—Bien —la escucho decir.

Estabilizo la moto mientras ella se baja con cuidado, estando parada no hago más que sonreír torpemente al notar lo grande que mi casco le queda, se lo quita soltando un bufido y llevando su cabello recién planchado hacia atrás. Mismo que ya se encontraban con ciertas ondas en las puntas.

El brillo en su cabello siempre me dejaba sin habla. Cada maldita cosa sobre ella me deja sin habla.

Como el hecho de que practique boxeo, ahora sé porque tiene buen derechazo.

Sin contar ese cuerpo ejercitado que no esperaba encontrar nunca debajo de esas ropas anchas, joder, aún me pregunto por qué las usa si luce hermosa en ropa de su medida.

—Nada mal para ser tu primera vez en moto.

Rueda los ojos, llevando el casco a su cadera sosteniéndolo entre su brazo y esta. Muerdo mi labio inferior, tomando todo de mí para no volver a fijarme en esas piernas. Sus oscuras esferas que parecían robarme el puto aliento cada vez que los planta en mi dirección, no hicieron más que observarme con fingida molestia.

Porque se que esa animosidad ya no era tan real, pero seguía ahí, porque estoy segura que se aferrará a ella antes de aceptar que soy agradable o algo por el estilo. Solo tengo que ser paciente y esperar que estalle, y cuando lo haga, estaré ahí para retenerla.

De la misma forma que la sostuve entre mis brazos mientras lloraba, desgarrando mi pecho como si fueran garras sus llantos.

—¿Por qué estás tan seguro de que es mi primera vez en una moto?

—Por la forma en la que te aferrabas a mí —alzo los hombros, dejando la moto detrás de mí luego de asegurarla. Sonrío en cuanto la tengo delante de mí, bajando el cuello para poder verla. Era más alta que Raisy pero no lo suficiente para alcanzarme—. Tranquila, Matthews, no me iré a ningún lado sin ti.

Sense Off |Español|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora