Jade.
Unos bracitos pequeños me envuelven por las piernas en cuanto abro la puerta, mis ojos visualizan a Downey en el momento en que suspira sin dejar de mirar a su hermana abrazándome. Me agacho hasta tener su cuerpecito en mis brazos, y no puedo evitar hacer un sonido con mi garganta al poder abrazarla.
—¿Eso significa que me extrañaste tanto como yo? —asintió—. Oh, Bee, yo también te extrañé.
Ella había estado llamándome JJ desde el picnic, todas las llamadas que hemos Downey tenido donde al final la pequeña forma parte en algún momento. Ella dijo, "tengo que tener un apodo cariñoso y tú también para que nuestra relación también dure mucho".
Eso me hizo pensar más que un problema de matemáticas, porque logró que me diera cuenta que no solo tenía a Downey en mi vida y como parte de está relación tampoco estaba él solo, también Beatrice. Él y Beatrice vienen en conjunto.
Lastimaba a uno y el otro lo sentiría como su propio dolor, algo que me prometo a mí misma no hacer.
—¡¿Qué película veremos?! ¿Downey puede hacer pizza en tu cocina, Jade? Prometemos limpiar luego de usarla.
Miro a Downey ante su última oración, ¿por qué se preocuparía una niña de siete años por dejar la cocina limpia luego de usarla?
—No tienes que limpiar, Bea. Y podemos ver cualquier película que quieras ver —la tomo en brazos alejándome de la puerta.
Escucho los pasos de Downey detrás luego de cerrar la puerta, el pequeño gatito que había estado correteando en mi piso se acerca a él deprisa y con sus pequeñas garras se engancha de su pantalones de tela fina color café que ahora noto que hace juego con el listón en el cabello de Bea que lo mantiene recogido. Él toma a Nube en manos y acaricia por varios segundos mientras mis ojos lo recorren de arriba abajo, desde su cabello que nunca parecía estar lo suficiente peinado, a su camisa holgada color azul, el cual empiezo a creer que es su color favorito.
No, estoy segura de que es así.
—¿No quieres una foto, Matthews?
Deja un beso en mi mejilla sin detenerse a sí mismo de revolotear mi cabello cuando se acerca a mí, el cual estaba mal recogido y termina cayendo por mis hombros con una pereza increíble. Bufo sin dejar de mirarlo, siento los dedos de Bea en mis mechones intentando recogerlos ella misma pero eran tantos que no podía con sus dos manitas.
—Creo que el espacio de mi memoria ya te agradece las mil fotos que me mandaste antes —no mentía, el hombre estaba indeciso de qué vestir y me pidió ayuda para elegir—. Por cierto, ¿por qué pides mi ayuda si sabes que luces bien con todo lo que usas y no eliges lo que te digo?
Alzo los hombros, deja la cartera pequeña que supongo es de Bea por las caricaturas en ellas en mi sofá y luego se acerca. Esta vez recoge todo mi cabello y luego coloca mi scrunchie de color naranja en este, sonrío en agradecimiento.
—Estás muy bonita —cambio a Bea a mi lado derecho de mis caderas.
—A penas me he duchado —le dejo saber.
Bea se remueve de mi lado queriendo ir con Nube, el cual en seguida se deja mimar por la pequeña emocionada. Downey pestañea y toma ventajas de la pequeña distracción para eliminar la distancia entre ambos, aplastar sus labios con los míos y besarme como si hubiera durado todo un mes sin hacerlo. Sus manos se posan en mis caderas donde dejan un apretón delicioso que hace surgir otros sentimientos, deja mis labios libres solo para girar a ver a Bea quien aún sigue jugando con Nube.
—¿Cuántas oportunidades crees que tendré para besarte mientras está aquí?
Relamo mis labios, recogiendo el sabor de los suyos sin dejar de detallar su rostro.
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Sense Off |Español|
Short StoryDowney había estado enamorado de Raisy Rundell desde hace tiempo, así que cuando tuvo la oportunidad le pidió ser su novia. Lo que no esperaba es que esa relación durara tan poco, él tenías planes en donde ella era la protagonista y de repente no ha...