Measure Of A Man - Dramione (Traducción)

XXII. Sky Full Of Stars

Veintidós: Un cielo lleno de estrellas

21 de julio, 2011

Ensordecedor.

Estremecedor.

El después fue el silencio.

El tiempo pareció detenerse. Todo lo insignificante se desdibujó mientras su mente ocupaba los segundos con observaciones.

Scorpius estaba adentro. Malfoy estaba junto a ella. Teddy.

Antes de que Hermione pudiera acercarse al último, que se había cubierto los oídos y levantado la cabeza para mirar la Marca Tenebrosa, hubo otro sonido que hizo que él se acercara a ella.

La distancia hizo poco para amortiguar el sonido —como un cañón derribando la entrada a una fortaleza— y no impidió que el corazón de Hermione retumbara en su pecho o que sus oídos zumbaran.

El instinto a correr hacia el peligro fue solo detenido por el muchacho frente a ella y la mano en su muñeca.

Los primeros pedidos de ayuda desde el Valle de Godric volaron al cielo, dispersándose a lo largo y ancho, antes de desvanecerse.

Y luego...

Hubo un inquietante silencio cubierto bajo un sonido...

Voces que no habían estado allí antes.

Personas.

Dos figuras aparecieron más allá de sus protecciones de desviación; enmascaradas y envueltas en negro, las puntas de sus varitas pulsaban blanco. Luego, un segundo par llegó, varitas ya desenvainadas.

Hermione estaba desesperada por reaccionar, pero Malfoy apretó su agarre en una orden que no necesitó de palabras.

No.

Se relajó y luchó contra sus impulsos de atacar.

—Confía en tus protecciones.

Malfoy tenía razón. Hermione exhaló y relajó su agarre alrededor de la varita que había desenvainado del bolsillo de su vestido por instinto.

Las figuras comenzaron a buscar algo que ella sabía que eventualmente encontrarían. Le preocupó que quizás ya lo hubieran hecho cuando uno se detuvo, pareciendo mirar directamente hacia ellos.

La barrera.

Uno de ellos ladeó su cabeza enmascarada y se acercó. Desde donde estaba, Hermione pudo ver el agarre en su varita tan fuerte como el de ella.

Pero en cambio, tropezó con la protección de desviación y esta se activó.

—Despejado —Se dio vuelta y caminó hacia los otros; cada movimiento forzado y torpe—. Nada por aquí. Vámonos.

—No —La figura que gruñó parecía el líder—. El rastreador nos ha estado trayendo aquí por semanas.

Semanas.

—Que venga él a buscar por su cuenta si está tan desesperado.

Él.

El pánico subió como bilis; espeso y ácido, quemando su garganta. Su lengua estaba pegada a su paladar mientras miraba a Malfoy, capturando el preciso momento en el que esperar que se fueran dejó de ser una opción viable. Tenían que actuar.

Él soltó su mano y desenvainó su varita, llevando su dedo a sus labios.

Ella asintió.

Las protecciones eran poderosas y estaban construidas con hechizos avanzados, pero aún estaban sujetas a las reglas universales de la magia. Con el poder suficiente podían ser construidas o destruidas. Fuertes, pero no perfectas.