Measure Of A Man - Dramione (Traducción)

XXI. Bridge Over Troubled Water

Veintiuno: Puente sobre aguas turbulentas

19 de julio, 2011

El cabello de Teddy Lupin oscilaba entre negro y gris en un confuso despliegue de colores monocromáticos que le recordaba a Hermione a un carbón siendo lavado por la lluvia.

No era el único indicio de su apenas disimulada aflicción.

El otro era mucho más visible.

Sus ojos.

Desbordando de inquietud, pasaron de su antiguo libro de pociones de Tercer Año al caldero burbujeante, de vuelta al libro, luego aterrizaron sobre ella. Teddy era casi de su altura —¿cuándo había sucedido eso?— lo que le daba una vista perfecta de sus mejillas, las cuales estaban tan rojas que le recordaron a Ron cada vez que los Canons iban perdiendo y él fingía que no le importaba cuando sí lo hacía y mucho.

—¿Cómo va?

—¡Bien!

Hermione no le creyó ni por un segundo, pero aun así le ofreció una sonrisa alentadora, esperando que pudiera calmar sus nervios lo suficiente.

La sesión de ese día había sido idea de Teddy. Tan pronto como él y Andrómeda habían llegado por la red Flu, casi que había arrastrado a Hermione a su sala de pociones para practicar la preparación de una poción que se esperaba que preparara en algún momento del próximo semestre, impulsado por el deseo de mejorar en la materia en la que acababa de obtener un Aceptable.

Por poco.

Teddy quería mejorar sus notas; quería ser un auror, después de todo.

Como su madre.

Aunque Hermione podría haberlo ayudado con éxito en cualquier otra materia, Pociones requería más que materiales, calderos y magia. Era necesario conocimientos de la materia en sí, Herbología y Cuidado de Criaturas Mágicas. Pero, más importante, requería una predisposición a experimentar que Hermione aún no había perfeccionado. Todavía seguía trabajando en ello. Su segundo intento el fin de semana anterior había producido un frasco de poción calmante preparada nada más que de memoria.

Ella podía referirlo al libro, indicarle que siguiera las instrucciones proporcionadas, pero Teddy necesitaba más para ayudarlo a mejorar: necesitaba interés más allá de la necesidad.

A sus trece, Teddy era el tipo de aprendiz al que, si no estaba completamente fascinado, se le podía enseñar algo mil veces y aun así no lo entendería. Desafortunadamente, él tenía cero interés por la materia más allá del hecho de que tenía que obtener una puntuación decente en sus T.I.M.O.S y E.X.T.A.S.I.S para ingresar a la Academia de Aurores.

—Entonces, ¿qué dice que hay que hacer a continuación? —Hermione le dio un paciente empujoncito.

El cabello de Teddy se volvió blanco como la nieve antes de oscurecerse a gris mientras volvía al libro que detallaba cómo preparar solución reductora.

Después de aclararse la garganta con nerviosismo, leyó el pasaje en voz alta:

—Picar finamente cuatro raíces de margarita y agregar —Levantó la vista—. Pero picamos antes de empezar.

—Sí, lo hicimos, precisamente por esta razón. La preparación es clave para hacer pociones —Hermione le entregó el cuenco, y cuando Teddy tomó demasiado como para ser la pizca adecuada, le ofreció una instrucción amable—. Recuerda, toque ligero.

—Okey —Él hizo exactamente eso, espolvoreando hasta que la poción se volvió del color correcto. Pareció eufórico por su éxito, incluso levemente seguro—. Creo que puedo hacerlo.