XV. The Great Divide

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Quince: La gran separación

15 de junio, 2011

Eran pasada las dos cuando Hermione cerró sus ojos, pero no pudo dormirse.

De ninguna manera.

Así es como funcionaba el insomnio.

El insomnio no era una batalla que Hermione luchara a menudo, pero estaba estresada por una multitud de cosas peleando por su atención.

Tenía que manifestarse de alguna forma.

Era extraño lo claro que podía ver las cosas desde un ángulo diferente en la bruma del cansancio lúcido. Como todo se volvía brillante y potente. Hermione abrió su ventana para adormecer sus sentidos, intentando escuchar los sonidos de la noche: los sonidos distantes de animales, los grillos, la brisa. Pero nada funcionó.

Sus protecciones le notificaron de la llegada de una visita vía Aparición.

Ron.

Él estaba allí por todas las razones por las que ella seguía despierta, sentado en la isla de la cocina en pijamas.

La estaba esperando con su propio remedio para conciliar el sueño: brandy

Ella se sentó y él les sirvió a ambos un vaso antes de empujar uno hacia ella.

—Sabes que no me gusta el brandy.

Ron se encogió de hombros y bebió el suyo de un solo trago, luego el de ella.

Iba a ser una de esas noches, se levantó y preparó la copa de la noche de su elección: vino.

Particularmente, Pinot Noir.

Ya estaba abierto de todas formas.

El tiempo fue una sucesión de momentos que pasó entre ellos. Ella y Ron usaron sabiamente el suyo al beber en un silencio en el que simplemente existieron juntos. Después de terminar su primera, ella se consintió con una segunda copa. Era extrañamente cómodo, el aire ameno en una forma diferente que —por una vez— no pesaba por el historial de sus errores. Hermione descubrió que no quería que el momento terminara.

No por alguna razón sentimental, sino que, si estaban en silencio, no estaban peleando.

Miles de palabras hostiles, portazos, momentos de desamor y corazones rotos —Hermione odiaba cada uno de ellos. No lo amaba, no, pero eso no significaba que no lo quería. Y él estaba allí por una razón.

No pasó mucho tiempo para que el vino se asentara mientras el calor inundaba sus venas.

—Vayamos a sentarnos afuera —No esperó a que Ron aceptara, sabiendo que él la seguiría.

Dejando su bebida junto a su vino, Ron caminó un paso detrás de ella hasta que alcanzaron el columpio mágico que colgaba de la nada. Él se acomodó en un extremo y Hermione en el otro. El espacio entre ellos era pequeño pero inmenso. Su presencia activó los orbes flotando sobre el jardín para que brillaran, proveyendo toda la luz que necesitaban, la cual no era mucha, solo la suficiente para ver los rasgos pálidos de Ron en la oscuridad.

—¿Por qué estás aquí? —preguntó Hermione.

—Acabo de irme de la Madriguera —Ron estiró su brazo a lo largo del respaldo del columpio, mirando hacia el jardín—. Harry acababa de regresar antes de que viniera. Me dijo lo que pasó en la redada y, combinado a lo que pasó en su casa, yo solo... —Ron miró fijamente a la nada en la distancia mientras el columpio los llevaba lo suficientemente alto para que sus pies colgaran.

Measure Of A Man - Dramione (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora