Nueve: ¡Que empiece el lío!
20 de mayo, 2011
Puentes.
Cuando Hermione dedicaba un momento para considerarlo, notaba cuán extraños eran. Exceptuando la exquisita arquitectura y las construcciones meticulosas, los puentes eran artilugios de metal y madera, red y sogas, construidos para unir lugares, personas y mundos mantenidos separados por la naturaleza misma.
Construir uno era complicado —imposible sin las herramientas adecuadas—, pero cruzar a través de un puente implicaba un acto de fe para alguien como Hermione, a quien le aterraban las alturas. Representaban una extraña y repentina sensación de fatalidad inminente.
Como volar.
Mientras Hermione sorbía su té de menta con las sanadoras de cuidados paliativos de Narcisa, Sachs y Keating, se dio cuenta de que los puentes podían ser una metáfora para lo que estaba intentando hacer: unir todas las piezas de la vida de Narcisa para crear una vía cohesiva de asistencia, información y quizás incluso progreso donde antes no había existido.
Originalmente había planeado que la reunión tuviera lugar en la casa Malfoy, pero cambió de idea. A veces, un cambio de escenario era beneficioso; podía ayudar a cambiar la perspectiva y, potencialmente, crear las bases necesarias para construir esos puentes.
Además, estaban lejos de la presencia e influencia de Narcisa.
El momento no podría haber sido mejor.
Recién llegadas de las vacaciones, tenían la guardia baja y estaban relajadas. El mundo alrededor de su cabaña como telón de fondo era tan verde y vivo como las plantas en el jardín de invierno que habían examinado al llegar. Hermione ofreció té y una tarta de manzana que había horneado luego de otro día frustrante. Forzó una leve sonrisa, escuchando con cortesía las historias de sus vacaciones.
Ya estaba resultando mucho mejor que su primer encuentro.
Sachs había hecho el viaje de sus sueños a Egipto mientras Keating pasó tiempo con su familia y dio la bienvenida a una nieta de la cual mostró fotos, orgullosa. Una niña llamada Helena. Lo que había aprendido durante su conversación sería de ayuda en su objetivo final de conocerlas individualmente.
No era el porqué Hermione había extendido la invitación, por supuesto, pero estaba finalmente entendiendo los silencios controlados de Theo. Las palabras eran poderosas, podían sentar bases, pero el silencio era igual de importante.
Mientras conversaban entre sí, ella las separó y analizó como individuos en lugar de como un par.
Sachs era una pálida, morena canosa. Era más atrevida, más directa y segura —como una versión extremadamente diluida de Narcisa. Keating tenía una hermosa tez oliva que complementaba su cabeza repleta de canas. Era más dulce, más complaciente y maternal. Atenta. Una seguidora. Ambas eran tradicionales, pero, aunque podía ganarse a Keating, Sachs sería su problema.
Pero también podía ser la clave.
Quizás ambas podrían ayudarla a ganarse a Narcisa.
—¿Tiene hijos? —preguntó Keating para sacar conversación. Era claramente el tipo de persona que pensaba que una buena forma de romper el hielo era hacer una pregunta medianamente invasiva sobre la familia.
Hermione negó con la cabeza con una sonrisa educada.
—Tengo ahijados, y soy algo parecido a una madrina para otro, pero ninguno propio.
—Oh —Keating palmeó su mano con torpeza—. Todavía hay tiempo.
Eso era algo que la gente decía para tranquilizar a una mujer sin hijos y del lado equivocado de los treinta. Lo que en realidad quería decir era: tu tiempo se está acabando.
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Measure Of A Man - Dramione (Traducción)
Hayran KurguTraducción de la novela de ao3 "Measure Of A Man" de inadaze22. Todos los derechos de la historia son suyos y de J.K. Rowling. Sumario: Conocer de verdad a una persona es saber diferenciar entre quién alguna vez fue, quién es ahora y quién puede ser...