XIV. House of Cards

1.4K 78 43
                                    

Catorce: Castillo de naipes

12 de junio, 2011

Gotas de lluvia.

Caían desde el cielo tormentoso en un embate torrencial. Duras y firmes, incesantes gotas golpeaban contra el panel de vidrio de su iluminado jardín de invierno, corriendo hacia el suelo y acumulándose en charcos. Había estado lloviendo por horas, y la visibilidad era nula. Todo lo que Hermione podía oír era el crepitar de los árboles mientras el viento huracanado ponía a prueba la fuerza de sus raíces. Relámpagos se ramificaban a través del cielo de vez en cuando, pero Hermione no les prestaba atención.

Estaba demasiado ocupada observando a Scorpius.

Él estaba sentado en el piso, frente a las plantas del jardín de invierno, con las rodillas pegadas a su pecho mientras sus ojos se deslizaban por la habitación. Con cada pasada, miraba nuevamente a donde ella estaba sentada con Narcisa, se alarmaba y luego desviaba la mirada. El aire era más pesado de lo que tendría que haber sido. Sus orejas rojas eran un indicativo de su humor, lo que hizo a Hermione entrelazar sus dedos y apretarlos fuertemente para evitar hacer o decir algo que pudiera ser contraproducente.

Era un detalle tan pequeño —uno del que se suponía que ella no debía conocer el significado, pero lo hacía.

Él estaba lo suficientemente nervioso como para sentarse perfectamente quieto, en lugar de poner un pie fuera de la raya.

—Señorita Granger —Narcisa rompió el silencio en una movida que hizo tensar a su nieto—. Creí que dijo que le gustaban las plantas. No parece estar disfrutando.

—Quizás usted pueda continuar con su día y yo puedo informarle como resulta la cita de juegos.

—Preferiría observar por mí misma.

—¿Por qué? —preguntó Hermione.

Eso no había sido parte del plan.

—Para satisfacer mi curiosidad y para ver si se comporta alrededor de otros niños. Será una especie de prueba para determinar si permitiré otra. Es mejor formar conexiones de pequeño, y esta es importante. Me-

—Me gustaría que no trate a mi ahijado como una oportunidad cuando es un niño. Cuando ambos son niños —El tono de Hermione hizo que Narcisa se estremeciera—. El acuerdo era que esta cita de juegos se llevara a cabo en mi casa, de la manera que yo crea conveniente, lo que implica que yo la promueva sola. Harry y Ginny estuvieron de acuerdo. Malfoy también estuvo de acuerdo. Usted también. Nosotros-

—No hay necesidad de sermonear, señorita Granger —Narcisa se aclaró la garganta con delicadeza—. Un acuerdo es un acuerdo —Se puso de pie, mirando primero a Scorpius, cuyos ojos estaban al otro lado de la habitación, luego a Hermione—. Espero un informe completo.

—Lo tendrá al final del día.

El silencio que cayó luego de sus breves palabras fue amplificado por la tormenta que rugía afuera.

Pero ninguna discusión lo sucedió.

—Scorpius —Él fue obedientemente al lado de Narcisa. Ella lo miró de una manera que hizo que Hermione tragara su irritación—. Compórtate de la mejor manera. No aceptaré otra cosa.

Él se inclinó con cortesía, y cuando Narcisa se iba, Hermione frunció el ceño a su espalda. Estaba casi decidida a exponer cada uno de sus crecientes argumentos, pero mantuvo su silencio. Por el momento.

Que Narcisa se fuera era una victoria.

Scorpius se merecía un verdadero recorrido.

Hermione pasó los siguientes veinte minutos mostrándole cada planta y dejándole decidir lo siguiente. Si quería tocar, lo dejaba. Si no entendía cómo, ella se lo enseñaba. Hermione le mostró las hojas sensibles al tacto de la planta que había sido tocada por última vez por su padre.

Measure Of A Man - Dramione (Traducción)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora