Las cadenas del pasado
Parte dos.Jungkook.
La señal que necesitaba para comenzar mi plan, llegó con el estruendoso sonido de las campanas chocando entre sí. La catedral de Percia no está muy lejos del palacio, así que puedo escucharlas con claridad. En estos momentos el Papa ya debería haber hecho su fabulosa pasarela frente a todos esos creyentes hipócritas.
Hace unos cuantos minutos estaba decidido, tenía la certeza de que podía hacerlo, pero ahora simplemente no soy capaz de dar un paso al frente. Las paredes en tono marfil que me rodean, parecen burlarse de mí, y el inmaculado color me está mareando. Las náuseas crecen desquiciadas desde la boca de mi estómago, hasta topar con la campanilla de mi garganta. No hay nada en mi sistema, pues el desayuno que he tomado, ha sido solo el maldito cigarrillo que Jackson me ofreció por la mañana, cuando armamos el plan; pero aún así, logro sentir la acidez de mis jugos gástricos instalarse en mis papilas gustativas, y estoy completamente seguro de que podría vaciarme y nunca cansarme.
La bruma de nerviosismo, se ha llevado el poco valor que poseía, desvaneciendolo en el aire hasta transformarlo en polvo frente a mis ojos.
Estoy aterrado. Joder que sí.
Afortunadamente para mi orgullo herido, no hay nadie a mi alrededor. Por alguna extraña razón, los pasillos están desolados; y los pocos guardias que alcancé a ver antes de colarme en el pasillo de las habitaciones principales, estaban demasiado ocupados coqueteando con las criadas de cocina, como para notar mi presencia.
He logrado avanzar más de lo que esperaba, todo parece estar saliendo de maravilla, tanto que eso me pone a un más ansioso. Soy un hombre que ama la cacería, sé perfectamente donde, cuando y como colocar una trampa para que mi presa caiga redondita en ella. Ahora mismo me siento así; he dejado de ser el temible depredador, para convertirme en una vulnerable y necesitada presa.
Vulnerable por al fin aceptar mis sentimientos. Necesitado por volver a tener a Taehyung entre mis brazos.
Recordar su nombre siempre me trae sensaciones extrañas, y completamente contradictorias. Su fantasma no me abandona, se mantiene presente en mi mente, junto a la culpabilidad. Pero son sus preciosos ojitos miel y esa sonrisa geométrica, lo que me mantienen con vida, porque hoy en día, yo daría cualquier cosa por volver a verle, por tenerlo entre mis brazos y expresarle todo el amor que siempre he sentido por él.
Deseo una segunda oportunidad, y al parecer la vida me la está dando.
Desde esa noche en la que pude conocer al príncipe YeonJun; lo que era una diminuta chispa de esperanza, se transformó en una flama, tan pequeña y titilante que no alcanza a iluminar mis tormentos, pero es lo suficiente vivaz para convencerme de seguir adelante.
Con la imagen del pequeño YeonJun en mi mente, al fin me decido por laventar la vista del suelo. Puedo sentir el conocido zumbido de mis ataques queriendo nacer, pero lo detengo en seco, no puedo permitirme quedarme estancado en medio de este enorme pasillo y dejar que mis alucinaciones me consuman.
Así que me aferro a la idea de tener a mi familia de vuelta, respiro profundamente para llenar mis pulmones de aire y obligo a mis piernas a moverse con velocidad, pues sé que detrás de mí, la cobardía me asecha, y no pretendo que me alcance. No esta vez.
"Cuando la bifurcación del ala oeste llegué a su fin, deberá girar a su izquierda. Se encontrará con un sin fin de habitaciones en su camino, pero es la del final, la única que posee una enorme puerta de madera blanca, en la que la concubina se encuentra. No he podido verle el rostro, pero le aseguro, su alteza, que hay algo extraño ahí."
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FATE
Fanfiction¿La venganza es tan dulce como dicen? ¿Cómo pudo un corazón tan puro llenarse de tantas espinas? En un mundo donde ser un doncel es considerado antinatural; el apuesto príncipe heredero de un reino en desdicha, se ve obligado a contraer matrimonio c...