Extra VI: Cita con papá | pt 2.

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Christopher.

Rachel acomoda por milésima vez el cabello de Owen mientras sigo esperando. Joder.

—¡Mamá!, Ya estoy bien.

—¡Es que no sé que van a hacer! —se queja cual niña—. Tu padre se niega a decirme y no sé cómo arreglarte el...

—Rachel, ya déjalo, se nos va a hacer tarde por...

—Atrevete a decir que es mi culpa, Morgan y juro que te...

Frunzo el ceño.

—Owen, ve por tus cosas —se escabulle en seguida, bajo la mirada de reproche de su madre.

Se queda con una mueca viéndolo desaparecer.

—¿Que te pasa? —la atraigo a mi—. Últimamente estás... Rara.

Voltea la cara.

—No tengo nada.

Le sujeto el mentón, obligándola a mirarme.

—¿Que te pasa?

—Nada. Vete o se les hará tarde.

Cuando abro la boca para replicar, Owen aparece en la puerta.

—¿Ya, papá?

Le elevó el rostro a mi mujer.

—Al rato hablamos —dejo un beso en sus labios.

Va a protestar, pero ya me estoy yendo. Owen sujeta mi mano mientras avanzamos a el auto, como de costumbre, va callado, pero si suelta uno que otro comentario durante el trayecto al lugar.

Milenka es la más habladora de los cuatro, no hay momento en el que se mantenga callada, Owen es el que parece que le cortaron la lengua.

Olivia es medio callada, pero cuando le sacan algún tema que le guste, se pone a hablar sin parar, pueden pasar horas. Y Rochelle... Bueno, la niña solo habla cuando quiere algo y es necesario, es más de ponerse a hablar a las cuatro de la mañana, y eso, dormida. Ya me ha tocado tener que levantarme o interrumpir mis intenciones de follarme a mi mujer para ir a ver por qué habla tanto.

Y siempre está dormida.

Sacudo la cabeza, estacionando en el lugar indicado.

—¿Que vamos a hacer, papá?

—¿Cuando fue que dijiste que querías ir a un campo de paintball? —se detiene, obligándome a llevar la mirada a sus ojos—, ¿Que?

Falta que ahora me diga que ya no quiere. Si apenas me lo dijo hace tres días, las ganas no se le pudieron quitar en...

—Mamá nos va a descuartizar si llegamos llenos de pintura, papá. Últimamente anda medio... No le vayas a decir, ¿Eh?, Pero creo que...

—Si, tu madre anda algo irritable, pero no por eso vamos a dejar de hacer lo que te gusta —enarco una ceja—. ¿Ya no quieres?, Podemos ir a otro lado.

—¡No! —mira al frente—, si quiero, pero es que no quiero que mamá se ponga a llorar otra vez por qué...

—¿Tu madre se puso a llorar? —¿Por qué no sabía eso?—. Como sea, de eso hablamos más tarde, vamos.

Asiente, se baja y me espera, pego a Owen a mi, por qué si hay algo que me eleva el ego de más es que vean que es una copia mía, literalmente, a excepción de los ojos, claro. Avanzo hasta recepción, dónde solo decir mi nombre nos entregan el equipo y pasamos a los vestidores. Owen se cambia la mayoría de la ropa, pero yo solo me pongo una que otra cosa. Aunque si le aseguro el casco a Owen, lo último que necesito es que se parta la cabeza y su madre me mate en serio.

Si Rachel no hubiera ido con Stefan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora