Si Rachel no hubiera ido con Stefan.

°*~ El especial ~*°

Minelly.

Doy vueltas en círculos, mordiéndome la uña, esto debería empezar en quince minutos y la gran familia no llega, las chicas ya están esperando afuera y no sé si será mejor cancelar esto. Pero eso me saco por ser tan buena gente, o sea, los pongo ahí, todos lindos, bellos, siendo la familia más feliz del mundo y no llegan ni...

Dos niñas muy bonitas se detienen frente a mi de golpe, escucha una protesta y después otras más. Dios mío. Llegaron.

—¡Hola! —habla la niña más pequeña—, mi mami dijo que veníamos a algo muy importante.

Sonrío, suspirando con alivio.

—Muy muy importante —respondo.

Recompongo mi postura para recibir a los mellizos y a los señores Morgan con el pequeño Ethan. Lo primero que noto es que al señor Morgan no le gusta estar ahí, Rachel es más amable, sonríe, apoyando a su bebé a un lado de su cadera, los mellizos tienen los brazos cruzados, pero en seguida halan a sus hermanas hacia ellos.

—¡Buenas noches! —paso saliva, es medio intimidante tener a tanta gente frente a mi. Más sabiendo que uno me va a romper el cuello si no le gusta lo que vamos a hacer—. Es un gran placer tenerlos aquí...

—¿Qué es tan importante para venir aquí? —habla el Morgan mayor—. Tengo cosas más importantes que hacer y no quiero perder el tiempo.

—Eso. Papá me iba a llevar a comprar un...

—Milenka, Christopher, cálmense —advierte la señora Morgan—. Hola, señorita, en tu carta mencionaste que era muy importante que estuviéramos aquí hoy, para celebrar algo muy especial.

Vuelvo a sonreír.

—Así es, para entenderlo, les tengo que explicar y tiene que ser rápido, la verdad, por qué ya nos están esperando afuera y algunas veces mis niñas son muy ansiosas —los Morgan fruncen el ceño—. A ver, señores Morgan, ustedes empezaron una historia en la que hubo muchas desgracias, pero también muchos momentos bonitos —empiezo—, la mayor desgracia fue ese exilio y las razones que llevaron a ese exilio...

El señor Morgan voltea la cara, molesto. Es obvio que aún no lo supera.

Chilla pues.

—Cuando regreso de el exilio —miro a Rachel—, el señor Morgan estaba en cierta campaña... —me aclaro la garganta. La verdad, no vamos a mencionar algunos detalles... Sobre todo si su nombre empieza por G—, y... Y hasta su propuesta en Cadwin, toda esa historia pertenece a dos libros...

Todos fruncen el ceño.

—¿Libros?, ¿Crees que nuestra historia la sacamos de un libro?

Sonrío ampliamente.

—No es lo que creo, es lo que pasó. Y dudo mucho que al señor Morgan le guste saber esto, pero en la historia original, señora Rachel, no llego a ese restaurante.

—¿Qué?

—Yo no la culpo, ¿Eh?, yo sé que tiene que ver con la forma en la que fue criada y todo eso. Usted si fue a ayudar a ese hombre que la verdad a mi no me cae bien, pero cada quien sus gustos —me encojo de hombros—. Sigamos con la explicación. Yo cree otro universo.

—¿Eres algo así como dios? —la pequeña Rochelle explaya los ojos.

—No, preciosa, no soy como dios, tristemente... O mejor, no sé —frunzo los labios—. El caso, yo cree este bonito universo donde si llegaba a esa cena —sonrío de nuevo—. Re bonita la cosa, ¿A que si?

—Estas loca. Rachel, latosos, nos vamos, no...

—Señor Morgan, ya está aquí —lo detengo—. Cada acción que hacen, cada decisión que toman, cada detalle, yo lo escribí, así que, si están aquí es por qué mi yo real, la que existe en el mundo real, los está poniendo aquí, así que... Bueno, no creo que sea posible irse nada más por qué si —me encojo de hombros de nuevo—. El caso aquí...