EXTRA XX | 𖥻: ֺׅ◞⃟🪞 ᩥູ ׅ: ׅ ࣪ωнαт ωє σωє тσ мι∂ηιgнт. ׅ ࣪❤️‍🔥 ᩥູ ׅ ::

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EXTRA DE ANIVERSARIO

Christopher.

Cierro los ojos, echando la cabeza hacia atrás mientras mis manos la mantienen con firmeza contra mi, guiando sus movimientos desesperados.

Sus gemidos y jadeos son lo único que escucho, al igual que su respiración acelerada. El sonido obsceno de nuestros cuerpos chocando es lo que retumba en las paredes, pero no se detiene.

Claro que no.

Parece tener intención de hacer que todos escuchen como me la follo.

—Te siento —susurra jadeante—. ¿Por qué te contienes?

La detengo, manteniendo las manos en su cintura para que se quede como está. Tal cual.

—Estoy cabreado, nena. Agradece que estás así y no chupándomela de rodillas.

—¿Estás enojado? —sus caderas siguen moviéndose en busca de fricción, desesperada—. No recuerdo haber hecho algo malo.

—¿Segura? —llevo una de mis manos a su entrepierna, no tardando en hallar el punto de su placer. Presionó entre mis dedos, haciéndola lanzar un quejido de placer y dolor.

—No sé por qué... Me estás "castigando..." —susurra—. Pero, por favor...

No la dejo terminar, me inclino a morderle los labios, sacudiendo la cabeza.

—¿Me vas a decir por qué mierda abandonas la gana en la madrugada? —presiono con fuerza, ocasionando su quejido.

—Necesitaba... —sus uñas se entierran con fuerza en mis hombros— despejarme...

—A la mierda con eso —sujeto su cuello, acercándola a mi—. ¿Dónde has estado yendo y por qué coño siempre regresas con las manos lastimadas?

Se relame los labios, haciendo que contraiga la mandíbula con fuerza. Presionó aún más.

—El bosque detrás de la... Casa es lindo —intenta suministrar bien el aire de sus pulmones, mismo que comienza a escasear—. A las mujeres les gusta su momento a solas, mi amor —jadea.

Niego, dándonos la vuelta hasta que la tengo bajo mi cuerpo. Toma aire cuando aflojó el agarre en su cuello, antes de que vuelva a tomarlo.

—A ti no te gusta estar sola —siseo—. Invéntate otra.

Eleva la comisura, arrojando la cabeza hacia atrás, exponiendo más de su piel blanca.

—No tengo otra, mi amor —siento que traga saliva—. Si te preocupa que abandoné la cama, puedes relajarte, que a mi me encanta estar contigo —sonríe, haciéndome aflojar el agarre—. Y no me estoy matando la cabeza con algo que te tenga que preocupar —eleva la cabeza para alcanzar mis labios.

—¿Entonces? —rodea mi cuello con sus brazos, atrayéndome a ella.

—No seas chismoso —susurra.

—Rachel, maldita sea —vuelvo a apretar el agarre, pero en vez de hablar, se relame los labios, tentándome a mordérselos.

—Dios mío —se queja, pegándome más a ella—. Confórmate con saber que estoy haciendo tu regalo de aniversario, ¿Bien? —frunce los labios— Te detesto.

Frunzo el ceño.

No me deja responder, ya que, ejerciendo fuerza en sus brazos, me atrae a sus labios nuevamente, burlándose de mi paciencia cuando, sus piernas rodean mis caderas, retomando nuestro acto.

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—¡Papá! —gruño, pegando más a Rachel contra mi, intentando ignorar los incesantes golpes en la puerta— ¡Papá!

Si Rachel no hubiera ido con Stefan.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora