11. Dolor

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     Angel dislocó mis sentidos con una herida directo al corazón. Me he cortado tantas veces, me he herido tantas veces, y nunca jamás sufrí de algo parecido. Nunca me manchó la sangre propia, no reventé dentro, ni deseé terminar conmigo hasta que lo conocí.
     Lo supe cuando detuvo mi respiración. Miré sus preciosos ojos; dos estrellas inocentes. El hombre más hermoso del mundo estaba frente a mí, y era tan suave y delicado como una pluma. Se derritió entre mis dedos.

     Pequé de posesivo siempre. Tenerlo cerca de mí era una clara señal de peligro. Si apartaba la vista de Anthony, nada tenía sentido. Mirarlo, acercármelo a la boca como un dulce era ya algo instintivo. Mi gusto estaba en sus labios, y todos mis recuerdos en sus ojos. Guardó para mí la ilusión de las cosas.
     Y entre todas ellas estaba el dolor.

     Angel es la hendidura en mi frente, la abertura de costillas, una laceración de mis miembros. Me dobla las rodillas, hace que tiemble de pies a cabeza... Y lo disfruto tanto. Me fascina negármelo.
     Es tan frágil y etéreo. ¿Por qué no querría poseer un pedazo de su herida? Me fascinan los pactos, sobre todo aquellos que involucran la sangre
     Y si me la diera, guardaría en mi corazón hasta su última gota. Irrompible, me pertenecería.

     ¿Por qué no puede dolernos más, Angie?

...

Quise experimentar un poquito. Me inspiré mucho con una canción y heme acá.

Angstober: RadioDust  [Hazbin Hotel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora