Angel entró a la habitación. Se dejó caer en la cama, cascabeleando su bolso lleno de colgajos y maquillajes. Acomodó sus medias.
—Dios, me estaban matando los zapatos... ¿Y bien? ¿Qué hay en el menú de hoy?Alastor hizo aparecer una copa de vino en su mano. Bebió lentamente. Miró las piernas de su amante con mucho interés.
—Ese color te sienta bien... Me gusta —dijo, acercándose a él. Se puso en medio de sus extremidades, obligándolo a separarlas. Dejó salir un suspiro de placer cuando sintió que Angel lo aceptaba de inmediato—. ¿Te vestiste así para verme?—Por nadie me vestiría así de ridículo, cariño —respondió Angel, sonriéndole. Enredó las piernas en las caderas de Alastor, presionándolo contra su cuerpo. Encorvó su espalda hacia atrás, alzándose con el abdomen. Arrebató la copa de Alastor y bebió de ella—. Es fuerte...
—Claro que es fuerte —dijo Alastor, sonriendo. Le pasó las manos por los largos muslos—. Lo traje solo para ti...
—¿Y qué tenías en mente?
—Lo que sea, no me importa.
—Vamos Al, piensa un poco... ¿Una posición nueva? ¿Un beso nuevo? ¿Fantasías, fetiches, parafilias incluso?
—¿Por qué no... Nos quedamos aquí, nos damos un par de besos y... ?
—Al, anda... ¡Dime qué es lo que quieres!
—Te he dicho que no lo sé... —Hizo desaparecer la copa, y se reclinó sobre Angel, hundiendo el colchón con sus manos—. Estoy tratando de pensar en algo.
—Esta es la décima vez... Quisiera que tomaras un poco la iniciativa. ¡No siempre quiero estar encima de ti! Solo mírame, estoy a tu merced. ¿Por qué no tratas de hacer algo al respecto?
—Si me presionas no lograré pensar en nada. Sabes que soy más... De la vieja escuela, Angel.
—Pfff... Tonterías —Angel levantó ambas manos al aire y empujó lentamente a Alastor, hasta que este se le quitó de encima. Una vez que estuvo sentado, Angel miró hacia la habitación. Se frotó el cuello. El silencio era terrible, así que supo que debía decir lo que tenía dentro de él—. Al, sí recuerdas lo que acordamos, ¿cierto?
Alastor suspiró, cansado.
—Me estoy esforzando. ¿Podrías al menos felicitarme por ello? No hay nada de malo si me ayudas un poco.—¿Ayudarte un poco? Alastor, ¡he estado haciendo todo el trabajo desde que comenzamos nuestra aventura! Vengo a tu habitación, me visto como una de esas zorras de cabaret, te doy un par de besos y si estás de humor, te doy una mamada. ¿Qué hay de mí? ¡Yo también quiero divertirme!
—¡Y me esfuerzo por hacer que te diviertas!
—¡Oh, cállate! Si pudieras comprarte una máquina que te la tocara y te la metiera al mismo tiempo lo harías, pero olvidaba que tu estúpido ego de época no te permite hacerlo.
Alastor se puso de pie, exaltado por las palabras de Angel.
Estaba rojo.
—¡Dios, no tienes qué ser tan vulgar! ¡Sabes que me es difícil!—Genio, fue tu idea que comenzáramos a vernos de esta forma. Si tanto te gusta tocarme, y no te dignas en darme un trato justo, creo que me veré obligado a cobrarte un monto por cada maldito servicio —Angel se cruzó de brazos—. Me estoy aburriendo, Al. De verdad.
Alastor apretó los puños, tensando las mejillas.
—¿Aburrirte? ¿Te aburres de mí?—¡Jamás me escuchas! —Angel se puso de pie y caminó hasta quedar frente a su amante—. ¡No me he aburrido de ti como persona, pero sí me he cansado de que no seas capaz de hacer nada por mí! Me tenías acorralado, y lo único que quieres son mimos. ¡Piensa en mí como yo pienso en ti! Te deseo, pero parece que no me deseas a mí.
Alastor se acercó a él y le tomó de los brazos.
—¡Te deseo, lo juro! Solo... No estoy acostumbrado. No sé qué hacer...—Te he explicado. Te he dicho qué hacer, te he hablado sucio, y no logro meterte en la cabeza que... ¡Quiero ser parte de tu fantasía también!
—¡Lo eres!
—¡No es verdad! Por eso mismo no puedes siquiera pensar en si yo quiero o necesito algo... Si tengo una erección, me las tengo que apañar solo. En cambio tú, te pones duro, y lo primero en lo que piensas es en Angel Dust. Qué conveniente, ¿no lo crees?
—Estás malinterpretando todo —dijo Alastor, sonriendo.
—Claro... Siempre es el maldito de Angel Dust quien no sabe nada, el único que no comprende... Qué tontería —respondió, soltándose de los brazos de Alastor—. Estoy harto...
—¿Y qué esperas que haga?
—Nada. Aprenderé de ti. Con permiso, Al. Esto se acabó... Es lo mejor para mí.
Angel Dust salió de la habitación. Alastor se cubrió la boca.
...
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Angstober: RadioDust [Hazbin Hotel]
Fiksi Penggemar31 one-shots y drabbles basados en la dinámica Angstober 2023 de @IndieGo0 en Wattpad y Tumblr. Fandom: Hazbin Hotel. Ship/pareja: Alastor x Angel Dust. Angst, angst y más angst.