Conjurar una sombra es muy sencillo. Primero enciendes una vela, dictas alguna oración poderosa y pides el permiso absoluto al ente de la oscuridad. Si se engancha a tu dedo, está contigo, si se suaviza, es que quiere irse, y si se endurece, entonces significa que pondrá toda su resistencia con tal de no ser parte del juego.
Alastor llevaba dos horas tratando de ganarse la confianza de una. No iba a perder la práctica que tantas décadas le había costado conseguir. Suspiró, ya harto de todo y apagó la vela. Se levantó del escritorio para estirar las piernas. Caminó por la habitación para servirse un trago. Se lo bebió de golpe.Miró a ambos lados del cuarto y chasqueó los dedos, haciendo aparecer un montón de figuras oscuras a su alrededor. Conversaban animosas, hasta que se dieron cuenta de dónde estaban. Se voltearon hacia Alastor, alzando las cejas. Él sonrió.
—¡A sus posiciones!Las sombras rodaron los ojos y se convirtieron en todos y cada uno de los miembros del staff. Actuaban tal como ellos, moviéndose de un lado al otro, imitando sus actividades con normalidad. La sombra que hacía de Niffty imitaba limpiar con un plumero, la de Charlie bailaba y movía el dedo, como si diera regañinas por todas partes. La sombra de Vaggie casi se arrancaba los pelos, mientras que la de Husk bebía de una botella invisible.
Por último se fijó en la de Angel, que lo miraba desde la lejanía, contorneándose. Se acercó a ella, atraído de inmediato. Trató de tocarla, pero se desvanecía. Era imposible hacerlo.La sombra podía acariciarlo a él, pero él a ella no. Le pasó una de las frías manos por el mentón y le acaricio el pecho. Alastor se rió, divertido por su propia fantasía.
Había conseguido lo que quería. Hizo desaparecer a todas y se quedó solo con la sombra de Angel. En la soledad de su habitación, nadie se daría cuenta de lo que iba a hacer y muchísimo menos de sus verdaderas intenciones.
Su frustración sería arreglada con un poco de coqueteo. Se acercó al ente, retándola con la mirada. Era muy parecida al actor, con la única diferencia de tratarse de una simple sombra. Al no poder tocarla, Alastor ladeó la cabeza.
—Debe estar en el libro... —dijo, para sí mismo. Iba a alejarse, cuando la sombra lo tomó de la mano y lo jaló hacia él. Se enderezó, mostrándose por completo. La misma estatura. Alastor le miró de arriba abajo.
—¡Nada de superarme! ¡Al menos sé de mi estatura!Chasqueó los dedos y la sombra se encogió un par de pulgadas. Una vez que estuvo a la altura de él, le sacó el monóculo y trató de ponérselo, pero terminó en el suelo. Alastor rodó los ojos y le hizo una seña con una mano para captar su atención. La sombra de Angel sonrió, gentilmente. Sus ojos eran rosados. Alastor trató de tocarla. No pudo.
Apretó el puño.
—¡Materialízate correctamente! —gruñó, impaciente—. ¡Vamos, sé que puedes hacerlo!La sombra negó con la cabeza.
Alastor caminó de nuevo al librero. Estiró la mano, leyendo los títulos sobre los lomos. Sacó uno de ellos y lo hojeó rápidamente. El Angel Dust ficticio se acercó a él, curioso. Alastor le dio la espalda. No había una forma exacta de hacer que una sombra pudiera solidificarse con mayor fuerza. Cerró el libro de golpe y negó con la cabeza.
Angel lo tomó del rostro y lo acarició. Alastor frunció el ceño, y dispersó sus manos de encima. Antes de quejarse, le puso atención. Era tan parecido a él que, tal vez...Le acercó la nariz al cuello y lo olió. Movió la boca, saboreando.
—¿Cómo imitaste su aroma?La sombra se encogió de hombros.
Alastor suspiró, volvió a acercársele. La sombra le puso las manos en los hombros, y él trató de tomarle de la cadera. Hacía mucho que no jugaba con él. La sombra le dejó una estela de brillos rosados y se sentó al borde de la cama, sonriendo. Alastor le siguió, hipnotizado. La acorraló en la cama, poniendo un brazo a cada costado de la cintura del ente. Trató de besarle, y de nuevo, no pudo. Enterró las garras en el colchón, enfadado.—¡Maldita sea! —dijo, poniéndose de pie y dando vueltas alrededor del pasillo principal de su habitación—. ¿¡Por qué es tan complicado!?
La sombra ladeó la cabeza. Se acercó a él, flotando, etérea, y le acarició el mentón, pasando sus fríos dedos por encima de su cuello. Alastor sintió un escalofrío delicioso recorrerle las piernas. Se guió por el jugueteo de la sombra. Lo acariciaba, y cuando Alastor más lo quería, se lo negaba. Lo tenía atado de pies y manos, a su merced.
Sin embargo, Alastor sabía que no era verdad. Era él mismo jugando con una simple ilusión de Angel, hecha de humo, cenizas, que no tenía ni la más mínima compasión por su soledad. Era hermosa, brillante, se desvanecía entre sus dedos como agua.
No era suave como Angel, ni cálida. Inocente, callada, tan cercana y al mismo tiempo, tan diferente a él. No era lo mismo.A veces, la sombra le ayudaba a masturbarse. Otras veces, hacía todo el trabajo con la boca.
Al final, volvía a estar solo sobre su cama. Se preguntaba cómo sería estar con Angel; hacerlo con él, de verdad. ¿Sería tan perfecto como su sombra? ¿O sería todavía mejor? ¿Cómo se sentiría su peso sobre sus caderas? ¿Qué diría en ese momento en el que ambos cuerpos se unen, se reconocen los nervios ajenos, y surge toda la tentación?
La tristeza le invadía. Se daba un baño y abandonaba la habitación. Lo que más deseaba era tener a Angel. Era de todos, nunca de él.
Todos podían tener un bocado, una pelusa, una gota de su saliva atorada en sus labios, y él, alguien con su poder, no podía hacer mas que contentarse con una ilusión de su autoría.
Se dejó hacer como siempre, y después se quedó dormido. No le deseaba ese vacío a nadie....
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Angstober: RadioDust [Hazbin Hotel]
Fanfiction31 one-shots y drabbles basados en la dinámica Angstober 2023 de @IndieGo0 en Wattpad y Tumblr. Fandom: Hazbin Hotel. Ship/pareja: Alastor x Angel Dust. Angst, angst y más angst.