Sobre todo el dolor del mundo

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     Escribir durante sesenta días seguidos es la cosa más extenuante que he hecho. No sé cómo no me volví loca y me arranque los tres pelos que tengo. A veces no sabía ni qué escribir, solo dejaba que se me ocurriera lo peor que podría pasar. Y en bastantes casos, esa fue mi salida de emergencia. Cuando comencé este reto pensé que tenía las suficientes agallas como para trabajarlo junto con el Fictober Charlastor, pero MALA MÍA, porque comencé a darme cuenta de que no podía tener dos proyectos diarios publicados al mismo tiempo. Me topé con pared. Mordí más de lo que debía, y le pedí a Indie permiso para pausar el Angstober y retomarlo en noviembre.
     Por suerte, el hecho de que yo tuviese capítulos ya escritos me permitió avanzar unos días más a su publicación.

     En pocas palabras: fue un desmadre, pero sobreviví xD.

     Una de las cosas que más disfruté de este reto fue poder usar muchos recursos del drama en ellos. Cada día traté de agregar un poco de esto, un poco de aquello... ¡Hasta que me di cuenta de que Angel y Alastor se la pasaban ahorcándose todos lo días! Y como dije en un capítulo: el que tiene hambre, en pan piensa.
     Les dejo a su criterio el adivinar qué clase de ahorcación es la que necesitaba.

     Traté de no juzgarme mucho, pues parte del angst que he leído y conozco tiende a ser... Violento. No siempre, pero existe la tendencia en el mismo. Fue ahí cuando me dije: bueno, es un Angstober, puede llegar a ser repetitivo en ocasiones, puede llegar a ser drástico.
     Me di palmaditas en la espalda y continué escribiendo. 
     Soy muy terca, y una vez que comienzo algo, es muy difícil que lo abandone...

     Pero a mitad del reto contemplé darme por vencida porque no me estaba gustando mucho la forma que estaba tomando. Sentí que me estanqué. Cambié la jugada, escribiendo el capítulo de la historia de Alastor, Sufrimiento, en primera persona.
     Me encantó. Las ganas de escribir regresaron a mí. Creo yo que toda esta experiencia me sirvió a mí para darme cuenta de que la tercera persona me puede limitar mucho si no me permito hacer con ella lo que quiero. La primera persona en narración me es mucho más sencilla. Conecto mejor con los personajes. 

     A muchos no les gusta... No soy de esos muchos, jajaja.

     Este reto fue todo un viajezote porque tuve que luchar contra mi falta de creatividad, mis gustos oscuros (en ficción) y también, cómo no ser repetitiva. Lo único en lo que podía pensar era en que me iban a funar, y estoy considerando subir estos dos retos de Hazbin Hotel a la plataforma roja (no puedo decir su nombre porque Wattpad mismo me funaría por poaching). Aunque sé bien que lo que he escrito aquí no es taaan fuerte, sí sé que hay muchas personas delicadas aquí. Prefiero ser cuidadosa y no confiar. 
     Creo que las únicas veces que me olvidé de ello fue en, de estos más de treinta capítulos, unas cinco veces solamente.

     Amo el angst, y me hace falta muchísimo qué aprender de él. Hay un mundo de cosas qué explorar, qué escribir y qué hacer. Espero poder escribir, en algún otro momento, otro fic de estos dos idiotas amándose de formas pocos convencionales, porque no hay nada que me guste más que el amor extraño. Es divertido.

     Tal vez, estas últimas confesiones de mí sobre esta obra podrían sonar un poco pesimistas, pero la realidad es otra. Me gusta equivocarme. Me gusta ver cómo batallo para hacer las cosas, porque es así que me doy cuenta de la falta de experiencia que tengo y busco maneras de mejorarlo. Si bien, siento que fracasé bastante con respecto a hacer el angst lo que es, al punto de que hubieron un par de capítulos que ni siquiera contaban con él, sé que puedo mejorarlo. 
Si bien me va, el próximo año podría hacerlo más fuerte, más adulto, más crudo y real.

     En fin... ¡Estoy feliz porque logré terminarlo y publicarlo! No creí que lo haría, pero lo hice, y ya no hay vuelta atrás. Adoro Hazbin Hotel y estoy muy emocionada porque sea enero para alocarme como la perra loca obsesiva que soy. Ya quiero ver como todos los personajes conviven y si dimos en el blanco con alguna teoría o headcanon. ¡Qué alegría!

     De hecho, regresando unos dos párrafos atrás... Ya lo decidí y sí escribiré dos obras más de esta parejita traviesa. Una será un compilatorio estilo kink week (contenido +18), que espero poder subir este mismo mes de diciembre aquí o en la plataforma roja (lo más seguro es que termine en la roja, pues Wattpad no permite ese contenido tan fuerte y sexual), y un longfic con una temática muy especial que podría subirse a principios de 2024.
Le tengo mucha fe a esos dos proyectos, y espero poder cumplir con ambos. 

     De este proyecto me llevo lo mejor, un par de arrancadores y muchas ganas de continuar aportando a este fandom tan extenso y variado. Mis capítulos favoritos fueron el 2, el 10, 16, 24 y 31 (¿nochebuena y víspera de año nuevo? Ya puedo sentir a santa respirándome en el cuello). ¿Tuvieron alguno favorito? ¡Estaría encantada de saberlo!

     Antes de irme, les agradezco con toda mi alma que se hayan tomado la molestia de leer, votar y comentar y agregar a listas de lectura esta... Masota de putizas cabronas entre Alastor y Angel Dust. No saben la felicidad y el impulso que me dieron para continuarlo escribiendo, incluso si por muchos momentos no sabía a dónde ir con él. Le agradezco sobre todo a por haberme dado la pauta para entrar a sus dos retos y permitirme pausar uno para darle a otro. Me hiciste sacarle todo el jugo a mi cerebro, bro. Lo necesitaba, JAJAJAJA.
Pude hacerlo gracias a ustedes, ¡y espero pronto poder mejorar lo que acá me quedó flaqueando!

     ¡Les deseo una feliz navidad y un próspero año nuevo en dado caso de no regresar este mismo diciembre con los demás proyectos terminados! Me despido, con las manos moradas del frío... Hasta pronto.

XOXO, Goresuki.

Angstober: RadioDust  [Hazbin Hotel]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora