Alastor salió del hotel. Caminaba a paso apretado por la calle. No tenía mucho tiempo. Angel había escapado del hotel otra vez, sin embargo, era diferente: estaban a un par de horas del exterminio. La princesa estaba demasiado ocupada como para encargarse de buscarlo, Vaggie le seguía. Husk y Niffty se preparaban con botiquines y espacio especial para los huéspedes y refugiados.
Alastor se ofreció para buscarlo, más por venganza y placer que otra cosa.
Llegó al área de prostitutas. La pasó de largo, pues sabía dónde doblar. El aroma de Angel Dust estaba cerca. Sus sentidos lo guiaban al estudio pornográfico, pero antes de llegar a la puerta, el aroma se desvió hacia la parte de atrás del estudio. Caminó por el estrecho pasillo lleno de basura, moscas y suciedad. No había nadie ahí.
Se maldijo, cerró los ojos y envió a sus sombras a buscar por todas partes. Ellas obedecieron, temerosas. Alastor no parecía nada contento.Chasqueó los dedos y apareció en la plaza principal de la ciudad. Volvió a oler.
Apestaba, lo usual, pero no había ni rastros del aroma de Angel. Los transeúntes lo miraban extrañados, evitándolo. Si bien, hacía mucho tiempo que Alastor no había puesto las manos encima de nadie, esa no era la forma en la que se solía comportar. Resopló, chasqueó los dedos y apareció en la avenida de las prostitutas de nuevo.Alzó las orejas, tratando de oír.
Sintió un escalofrío. Una de sus sombras estaba detrás de él.Lo había encontrado.
Alastor sonrió, con los ojos centelleantes.
Se encontró en una fila de viejos y roídos departamentos de mala muerte. El aire estaba cargado de pestilencia. Sangre, mugre, basura, y según su experiencia, un toque de carne ahumada.
Los edificios parecían desolados. Alastor miró a la sombra, y le hizo una señal con la cabeza. El ente lo guió escaleras arriba. Las estructuras estaban llenas de dibujos obscenos. Alastor se sentía asqueado.
Presenciar tanta vulgaridad le erizaba la piel.Llegaron a la habitación 337. No se molestó en tocar.
Traspasó la puerta.Se encontró con una pequeña cocina de color amarillo, un comedor de madera y una sala vieja y aburrida. Supuso, de inmediato, que ahí vivía una mujer. Aguzó el oído.
Escuchó una risa femenina. No era la voz de Angel.Emocionado, se dirigió al pasillo de las habitaciones. Podía escuchar su propia sangre correr por su cuerpo, sus dientes se afilaron, y sus garras se volvieron como agujas, filosas y delgadas, listas para desgarrar lo que estuviera frente a él. Aguantó una carcajada demoniaca, así que se le escapó un gruñido. Todo dentro de él se dislocaba. Era una sensación exquisita.
Se quedó frente a la puerta. Cerró los ojos, sintiendo su carne reaccionar a los impulsos. Disfrutaba negarse el placer de violentar. El corazón le dio un vuelco. Salivó.
Le recordó a los buenos viejos tiempos.Abrió la puerta de golpe. Su búsqueda había rendido frutos.
Sobre la acolchonada cama de color rosa, llena de peluches y objetos variados estaba Angel, y frente a él una chica que no había visto jamás. Tenía un enorme ojo brillante.
Parecía la pequeña Niffty. Los rostros de ambos se volvieron a él, asustados.
La cíclope se puso de pie sobre el colchón, sacando algo que parecía una pelota. Angel pasó de abrazar sus piernas a lanzarse a un costado de la cama, gritando.
Alastor los miraba muy entretenido.
Se acercó a la joven, que estaba muy irritada.
—¡Aléjate, o te haré estallar en pedazos!—¡Oh, querida! No pareces ser muy lista... ¡Harás volar tu pequeño cuchitril! —Alastor le sonrió, arrebatándole la bomba. Jugueteó con la pequeña bola entre sus manos—. Ah, necesitarías más de estas para hacerme siquiera un rasguño...
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Angstober: RadioDust [Hazbin Hotel]
Fanfiction31 one-shots y drabbles basados en la dinámica Angstober 2023 de @IndieGo0 en Wattpad y Tumblr. Fandom: Hazbin Hotel. Ship/pareja: Alastor x Angel Dust. Angst, angst y más angst.