Capítulo 02

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Siempre se consideró un Alfa amigable y agradable para todos. No discriminaba a nadie por su jerarquía. Respetaba a los Omegas y a los Betas por igual. Creyó que ser un Alfa así, tendría una vida respetable, se ganaría la admiración de todos, además de que sería distinto al resto de Alfas que solamente buscaban usar a los Omegas y despreciar a los Betas. Es por ello, que Mingyu era amado en todas partes.

Su vida se basaba en ser bueno en su trabajo, dedicarse a la empresa de su padre y del mejor amigo de su padre. Ambos fueron los pioneros más importantes en ese lugar, pero cuando se retiraron, decidieron dejarle a él y a su mejor amigo, Seungcheol, el liderazgo de esta. A comparación con Mingyu, Seungcheol era totalmente diferente a él. Sin embargo, tenían la misma idea de respetar a todos, solo que Seungcheol, podría ser un poco boca suelta. Decía comentarios ofensivos para cualquiera, era parte de su encanto. Mingyu todavía no comprendía cómo llegó ese Alfa a casarse y no fallar en el intento. Su Omega debía estar muy enamorado de él.

Seungcheol y él eran muy unidos, pues crecieron como hermanos. Ninguno de los dos tuvo un hermano menor, sus familias decidieron que con solo un hijo bastaba. A pesar de eso, Mingyu nunca le deseó el mal a Seungcheol, pero si existía algo que envidiaba de él.

Que Seungcheol tenía una familia y él no.

Bueno, sí la tenía. Se había casado con un Omega tres años atrás. Sin embargo, a pesar de que creía que lo amaba, se daba cuenta que ambos tenían intereses muy distintos a lo que él deseaba en su vida. Mingyu quería tener cachorros, quería tener tres, deseaba tener una familia pequeña. No obstante, su Omega no deseaba eso.

El Omega con el que se había casado, quería superarse a sí mismo como persona, estudiaba arduamente para ser alguien en la vida y sobresalir por él mismo que por otras personas. No era momento de tener una familia, la deseaba, pero no en ese momento. Y eso era lo que a Mingyu le aterraba, que su Omega nunca quisiera tener cachorros. ¿Podía vivir así?

No quería ser egoísta y arruinar los planes de la persona que amaba, pero su felicidad se estaba arruinando por aceptar ese trato. Incluso, su Omega le pidió no enlazarse en ese momento, porque sabía que posiblemente el Alfa se podría aburrir de él y dejarlo. Y estaba bien. Sería algo doloroso para ambos, porque se amaban, pero sus planes chocaban uno con el otro.

Mingyu creía que conformarse con darle su cariño a su sobrino era suficiente, pero siempre sentía celos de los demás Alfas que presumían constantemente a sus cachorros. No podía quejarse, era algo que él decidió; y aún así, admitía que era doloroso. Siempre soñó con llevar a su propio hijo a clases, verlo crecer y educarse, compartir esos momentos con él o ella, sin embargo, todo eso que anhelaba, lo hacía con su sobrino.

Ese día, en especial, tuvo un percance que nunca imaginó tener. Se había topado con un Omega un poco grosero. Era alto, más que un Omega común, pero bajo para cualquier Alfa. Era delgado, usaba lentes y tenía un carácter pésimo para su gusto. Pero, su aroma, era inexplicablemente agradable para Mingyu, a pesar de que estaba molesto con él.

Después de dejar a Yeonjun y provocar una discusión con el Omega, regresó a su trabajo. Durante el camino, no dejaba de pensar en ese Omega que llamaba su atención. No sabía por qué, pero lo hacía. Creía que era un poco divertido hacerlo enojar, aunque temía toparse con su Alfa. Porque si estaba en ese lugar, intuía que tenía un cachorro, y por ende, estaba casado con algún Alfa. No quería buscar problemas, y si tendría que regresar ahí, era buen momento para pedirle disculpas por su actitud un poco grosera. Debía ser precavido.

Llegó a su trabajo, bajó del auto en el que venía y entró al edificio donde trabajaba. En el trayecto a su oficina, fue recibido con un saludo por parte del personal que trabaja ahí. Era un gesto que todos hacían, ya que Mingyu era el presidente de ese lugar. Tanto a él como a Seungcheol, los trataban con respeto. Aunque, de cierto modo, Mingyu se había ganado ese cariño y respeto por sus actitudes hacia ellos.

Ah! Love [1ra Parte Semicolon] - Omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora