Capítulo 52

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En un día de invierno de enero, cruzaba el largo pasillo para llegar a los policías que lo esperaban. Había detectores de metales frente a él y solamente se acercó a los policías que le indicaron lo que debía hacer. Dejó sus pertenencias, joyas, celular, monedas, todo lo que significaba metal y luego se pasó por los escáneres para ser investigado. Ninguna alarma se escuchó, así que pudo pasar limpió de las máquinas. Tomó sus cosas y fue guiado a una sala especial. Se sentó en una de las mesas del lugar y esperó pacientemente hasta que cierto Alfa estuvo frente a él. 

—¡Vernon! ¡Viniste! —el menor veía al otro con ojos llenos de esperanza. Vernon simplemente tenía una mirada sería y los brazos cruzados. El Alfa se sentó frente a él, tenía las manos esposadas—. ¿Vas a sacarme de aquí? 

—¿Por qué debería hacerlo? —habló seriamente. 

—Porque soy tu hermano menor —dijo con un tono inocente, y luego cambió su actitud—. Y porque yo te puedo acusar de ser el responsable de darme esas drogas. 

—¿De verdad crees que tus amenazas me afectarán? —Vernon arqueó una ceja—. Hansol —dijo firmemente—. Eres tan estúpido. ¿Cómo pretendes que la policía te crea por algo así? Ni siquiera fuiste capaz de ser cuidadoso como te lo pedí. Te importó más un culo bonito que salvaguardar tu integridad —regañó. Hansol golpeó la mesa y tomó a Vernon de la camisa, jalándole hacia él.

—Escúchame bien, cuatro ojos —gruñó con fuerza, pero Vernon ni siquiera se inmutaba. Los policías llegaron a su lado para intentar quitar a Hansol de encima de su hermano—. O me sacas de aquí, o te veré haciéndome compañía en las celdas. Y cuando eso suceda, te golpearé hasta matarte —Vernon empezó a reírse entre dientes.

—No te tengo miedo —apartó la mano de su hermano de su cuerpo—. Ahora —le pidió a los policías que lo soltaran y se marcharan—. Si quieres de verdad que te saque de aquí, cuéntame todo referente a Kim Mingyu y su empresa —Hansol lo miró dudoso—. Haremos que Kim Mingyu sea el culpable de las drogas, y tú, mi querido hermano, serás un peón de tantos que caerán. ¿Entendiste? —Hansol sonrió.

—Supongo que la señora Moon te está pagando bien para mantener mi boca callada, ¿no es así?

—Sí, así que empieza hablar —demandó. 

Todo se había vuelto un poco mejor entre Wonwoo y Mingyu. Habían hecho una rutina empezando porque Mingyu había regresado a trabajar. Hacían videollamadas mientras Mingyu trabaja y Wonwoo se dedicaba a atender su casa. Soobin había vuelto a clases, y el Omega se encargaba de hacerle el desayuno, llevarlo a casa y traerlo. Parecían estar casados y viviendo en un sueño de familia, pero las cosas no eran así. 

Solo pasaron unas semanas, Jihoon estuvo visitando con frecuencia la casa de Mingyu para recoger algunas cosas en lo que el Alfa no estaba en casa. Le dió acceso a llevarse lo que quisiera, porque después de todo, Jihoon se lo merecía. La resolución del divorcio ya estaba hecho, por el cuál, Jihoon y Mingyu ya no estaban casados. Jihoon se había mudado por fin con Soonyoung y solo quedaba Mingyu arreglando la casa para que Wonwoo y Soobin pudieran vivir ahí con él. 

Contrató a un diseñador de interiores, y le pagó lo suficiente para que se encargará de toda la casa. Le consultó a Wonwoo los detalles que quería hacer en la casa, pero el Omega se negó a ello. Después de todo, la casa estaba bajo el nombre de Mingyu —además que no sabía qué arreglos poner en ella, no tenía imaginación para hacerlo—.

Estaban planeando mudarse pronto, así que Wonwoo tenía algunas maletas y cajas llenas de sus cosas y las de Soobin. Sería un cambio tan repentino, pero valía la pena hacerlo. Por fin tendría una verdadera familia y estaba ansioso por ello. Aún tenían muchas cosas que hacer, y Mingyu había prometido a Wonwoo salir a comprar lo que Soobin quisiera para la habitación, y harían un viaje familiar exclusivamente para que su cachorro se adaptara fácilmente.

Ah! Love [1ra Parte Semicolon] - Omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora