Mentiría si decía que no estaba nervioso. Tuvo toda la mañana decidiendo si era buena idea asistir ese día a la empresa, pero ya se había mentalizado todo un fin de semana sobre lo que haría. Decirlo era más fácil que hacerlo. Y ahora estaba ahí, caminando con los nervios en su cuerpo. Lo peor de todo, es que creía que su atuendo no combinaba con el tema con el que hablaría con Mingyu —y más por qué su mamá lo había escogido para él—.
Subió por el elevador hasta el piso donde solía trabajar. Cuando se abrieron las puertas, sintió la mirada de todos sobre él. Tomó un poco de aire y se tranquilizó lo más que pudo, aunque era evidente que los nervios lo superan en todo. Se alegró de ver a Seungkwan en su escritorio, se acercó hasta él actuando lo más normal que pudo.
—¡Wonwoo! —chilló el Omega y fue hasta él para abrazarlo—. Creí que no vendrías, ¿por qué llegas a esta hora?
—No iba a venir —declaró Wonwoo. Sacó su celular y se enseñó a Seungkwan la pantalla—. Pero Seokmin no dejó de mandarme mensajes toda la mañana —Seungkwan tomó el celular leyendo cada mensaje.
—Wow, son casi quinientos mensajes —dijo Seungkwan mientras subía hasta el inicio de la conversación de ese día.
—Son cuatrocientos treinta y tres a decir verdad —resumió Wonwoo tomando su celular de regreso—. Pero, no vine a trabajar. Vine a hablar con el presidente Kim, ¿está en su oficina?
—Sí, está ahí desde la mañana —comentó Seungkwan—. ¿Sabes? Hace unas horas su abogado llegó y al parecer estaban hablando de un tema importante —Seungkwan se cruzó de brazos—. No sabía que era —infló su mejilla.
—Yo sí —susurró. Tomó algo de aire—. Iré a hablar con el presidente Kim, después te cuento de lo que te perdiste.
Se despidió de Seungkwan, y con la manos sudando, caminó hasta la puerta de la oficina de Mingyu y tocó delicadamente la puerta. Hasta escuchar la confirmación de Mingyu. Esperó paciente y cuando escuchó su voz, entró.
—Pasa, Seungkwan —respondió Mingyu por inercia, sin ver ni verificar quién estaba en la puerta.
—No soy Seungkwan —habló Wonwoo. Mingyu levantó su rostro, siendo iluminado en cuanto vio a Wonwoo. El Omega cerró la puerta detrás suyo y entró a la oficina, siendo recibido por el abrazo de Mingyu—. Presidente–
—Viniste —Mingyu se apartó para tomar su rostro y mirarlo. Le sonreía con emoción—. Dios, creí que no volvería a verte —dijo con los ojos llorosos.
—Yo tampoco lo creí —murmuró el Omega apartando un momento a Mingyu, siendo delicado—. Seokmin habló conmigo y, bien, estoy aquí para escuchar lo que tiene decirme —el corazón de Mingyu se alegró. Tomó la mano de Wonwoo y lo llevó consigo para sentarse en el sillón que había. No soltó su mano en ningún momento.
—Me voy a divorciar de Jihoon —dijo. Wonwoo lo sabía y aún así, no podía dejar de sentirse un poco culpable—. No es tu culpa, es solo que —Mingyu no supo cómo continuar y suspiró—, él me mintió de una manera tan desgarrante —Wonwoo puso atención a sus palabras—. Abortó a un bebé que yo deseaba tanto tener —Wonwoo se puso inquieto y ansioso por ello—. Mi sueño siempre ha sido tener hijos, criarlos y cuidarlos. He querido una familia desde joven, por eso me he sacrificado tanto en el trabajo y en mi vida, para ser una persona capaz de dar todo por ello. Jihoon me arrebató esa oportunidad y ni siquiera lo consultó conmigo —Mingyu se sentía tan frustrado—. Él quería otra vida, y me doy cuenta que es algo que yo no podía darle. Aunque siempre juramos que nos ayudaríamos, y que nuestros planes iban de la mano, todo se fue al carajo sobre ello. Si tan solo él hubiera hablado conmigo, hubiéramos encontrado una solución. Me siento tan herido.
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Ah! Love [1ra Parte Semicolon] - Omegaverse
FanfictionPrimera parte de Semicolon Wonwoo es un Omega que creyó en el amor ciegamente, trayéndole consecuencias a su vida. Sin embargo, todo cambia cuando conoce a un Alfa comprometido, pero con ciertos intereses parecidos, tanto en la vida personal como la...