Capitulo 40

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Se apartó de la familia Jeon para responder el teléfono. Estando en una zona segura, apretó el botón de contestar y se llevó el celular al oído, esperando algún tipo de regaño por parte de su mejor amigo.

—¡Kim Mingyu! ¡¿Dónde carajos estás?! —escuchó el reclamo de Seungcheol y separó el celular de su oído debido al grito que soltó—. ¡Estoy en el aeropuerto! ¡Vine a buscarte después de no saber ninguna noticia de ti! ¡Tu auto y tu equipaje siguen aquí! —¿cómo le podía explicar a Seungcheol lo que sucedió?

—Lo siento —murmuró—. El hijo de Wonwoo se puso grave y lo trajimos al hospital, no tuve tiempo de comunicarme.

—¿Qué demonios...? —escuchó un suspiro de parte de Seungcheol—. ¿De verdad estás con él? ¿Por qué? ¿Qué te interesa de él? ¿Al menos sabes que Jihoon está en mi casa? —Mingyu se quedó en silencio, sin poder responder a nada—. Él regresó. Deberías estar con él. Jihoon es tu esposo y Wonwoo no lo es. ¡Dame tu dirección! ¡Iré por ti!

Jihoon había vuelto después de varios días lejos de él. ¿Cómo debería sentirse en ese momento? Debería sentirse feliz, pero no tenía ni una pizca de felicidad sobre su rostro. Más bien, estaba un poco decepcionado. Se giró sobre sus pies para mirar a Wonwoo, él parecía estar un poco más tranquilo teniendo a su madre y a Seokmin. ¿Qué se supone que debería hacer? ¿Cómo aclararía sus sentimientos? ¿Hablaría con Jihoon y le pediría el mismo tiempo que le pidió a Wonwoo?

¿Mingyu?

—Te pasó la dirección en unos minutos —terminó la llamada.

Se quedó observando su celular por un segundo. Tenía que aclarar pronto lo que sentía. Seokmin tenía razón. No podía jugar con los sentimientos de Wonwoo cuando estaba casado. O ponía fin a su matrimonio para estar con Wonwoo, o debía soltar a Wonwoo para tratar de ser feliz con Jihoon.

Ya no sabía si sentía alguna pizca de felicidad hacia su relación con Jihoon. Todo se había vuelto un caos gracias a una persona, y ese era Wonwoo. Lo había besado y lo había tocado con un sentimiento que pensó haber encontrado de Jihoon, pero lamentablemente, Jihoon no despertaba la mitad de lo que Wonwoo provocaba en él. ¿A quién jodidos amaba? Solo había solución, y era tener a Jihoon enfrente.

Se acercó a la familia Jeon, captando la atención de los tres. Wonwoo lo vio un poco decaído, y eso le daba un mal presentimiento con lo que ocurría en la vida del Alfa.

—Tendré que retirarme pronto —comentó Mingyu. Wonwoo no quería que se fuera o volvería a su realidad—. Seungcheol llamó y vendrá por mí en unos minutos —comentó—. Espero no te moleste —miró a Wonwoo. El Omega solo se quedó callado.

—Por supuesto que no —murmuró. Le molestaba, sí lo hacía. ¿Por qué se tenía que ir?—. Espero regrese bien a casa —comentó con una sonrisa forzada—. Lo mantendré al tanto de Soobin.

—Bien, gracias —dijo Mingyu—. Espero que todo mejore —comentó para luego despedirse de lejos.

Wonwoo mantenía la mirada baja en el suelo, se sintió un poco vacío en cuanto Mingyu se marchó de su lado. Se abrazó a sí mismo, como si un frío infernal hubiera llegado de la nada, pero su madre lo abrazó con un poco de fuerza.

—¿Amas a Mingyu? —Wonwoo levantó el rostro a su madre, estaba desconcertado por la pregunta pero a la vez tan inquieto por no saber qué responder—. Dime la verdad —Wonwoo miró al Alfa.

—Yo... no lo sé —se mordió el labio inferior. Seokmin posó la mano sobre el hombro de Wonwoo.

—Él es tu destino, ¿no?

Ah! Love [1ra Parte Semicolon] - Omegaverse Donde viven las historias. Descúbrelo ahora