La vida Bella swan era tan aburrida, estar envuelta en un ciclo escolar tan monótono, los chicos queriendo realizar apuestas denigrantes con acercamientos molestos desde un robo de beso de la mejilla, o labios hasta un abrazo sin aviso. Todos esos acercamientos solo para molestar a Edward Cullen, ella claramente debía fingir no tener fuerza y no partirles la boca ante su espacio personal profanado por mocosos hormonales.
—Pronto será tu cumpleaños, ¿Quieres un regalo? ¿Alguna pista?—pregunta el cobrizo buscando algun índice de ayuda, deseoso de agasajar a su novia.
La verdad que muy en su fuero interno quería pedir que le regalara un nuevo estante para la habitación, pero según los recuerdos de la insípida humana, no quería ningun otro regalo que no fuera la inmortalidad, por lo que, dejó caer su cabeza en el hombro de su "novio".
—No necesito nada... Tu mera existencia y que me conviertas serían un gran regalo de cumpleaños. —dice Bella tras la misma insistencia inocente de siempre.
—¿Por qué a tus amigos les dejas que te regalen algo?—pregunta molesto.
—Por que es difícil de evitarlo. Lo harán de todos modos.
—¿Y porqué yo no?—pregunta Edward.
—Por que eres mi novio, me quieres hacer feliz y no regalandome nada es mi forma de ser feliz atraves de ti. Además, todo lo que haces es caro, no puedo devolverte el dinero, porque aun no trabajo ni gano dinero. —contesta Bella con vergüenza ante ese hecho.
Zanjando así la conversación.
Las clases continuaron, el ciclo escolar siguió y al final del día, cuando Edward iba de caza para saciar su sed, Amparo dejaba la apariencia de Bella atrás al estar en la privacidad de baño, disfrutando de sus propios deseos placenteros, disfrutando de que el periodo menstrual humano estaba reaccionando en si misma.
Deleitandose de la sangre menstrual, masturbando su parte vaginal, tocando el clítoris, sintiendo el corazón latiendo y su piel calentandose tras el deseo y placer, el chapoteo del agua de la ducha hacían acompañamiento del deleite sexual, sangriento y difuminado en el ambiente que el baño privado daba.
A tal punto que con la intención de su mano derecha simulando penetraciones bruscas y deleitables, mientras que con su mano izquierda jugaba con su clitoris, terminó por llegar al bendito orgasmo. Manchando todo a su alrededor con la sangre menstrual, su deleite deseo y finalmente disfrutando del sabor de sus dedos manchados en aquel rojo carmesí de la humana.
[...]
Tres horas después...
"Isabella" manda un mensaje acostada desde su cama, con un cabello medio húmedo, y con una lentitud humana envía el siguiente texto:
"Edward, mañana nos vemos, ¿si? Digamos que ando con la regla, y realmente no me gustaría convertirme en un picadillo exprés, hablamos mañana. Si puedes consigue ibuprofeno, el dolor es muy agudo esta vez. Te quiero, buenas noches"
Tras ello, Amparo se quedó mirando el celular hasta que volvió a timbrar, con un mensaje de dulces sueños del cobrizo. Quedando mas tranquila, había sido incómodo volver a utilizar tiallas higiénicas pero era un tema para disimular su estado humana, ni pensar que si realmente fuera humana y estuviera cerca de su compañero, lo único que apagaría el dolor del periodo menstrual sería una buena cogida brita, pasional y llena de mordidas.
—Esto es solo el comienzo, y ya lo deseo más que ayer. —murmuró frustrada.
La joven mente gótica decidió ceder al sueño humano, e inventarse miles de maneras de disfrutar la compañía con su compañero sureño, disfrutar de sus labios y del deseo que estaba ahogando por este maldito plan.
Ya quería que viniera una oportunidad para terminar con esta farsa.
En verdad lo estaba suplicando.
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Amparo [Jasper Hale]
Fanfiction[Universo Ficticio: Crepúsculo.] Amparo es diferente. Nadie sabe de donde viene, saben de su tiempo recorriendo la tierra. El Clan Vulturi nunca tuvo problemas con su existencia, la personalidad característica que tiene es muy impredecible, sádico...