♦ Capítulo 9

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El dichoso cumpleaños había llegado, y con ello ciertos conflictos mentales. Amparo Báthory había conocido la existencia de los lobos que tanto había odiado su líder Caius, una información muy importante para compartirle cuando volviera. Extraño que la guardia no hubiera barrido Forks para exterminar la existencia de estos lobos, aunque podía comprender mas o menos la amistad extraña que el chico lobo tenía con la novia del cobrizo.

Se notaba a leguas que la joven humana había estado jugando con ambos bandos, enamorandolos con una simple vida mortal e insípida.

—Estás muy callada, ¿Que te está pasando Bells?—pregunta Jacob.

—Necesito aclarar una cosa contigo, pero... No respondiste a ninguna llamada que te hice, ¿Porqué?—pregunta para no levantar mucha rareza por su parte.

—Simplemente no tenía nada que decir.—contesta Jacob.

Bella hace una mueca molesta, pero decide marcar un límite entre ambos, ya era el momento. Como humana, no le venía bien estar jugando a ser amiguita de ambos bandos.

—Así como no tuviste nada que decir, espero que ahora también sea así. Pronto me convertiré en vampiro, es mi destino estar con Edward, te lo quería aclarar de frente ya no me va esto de seguir jugando a la corderita. —contesta Bella.

Logrando que Jacob la tome de la muñeca, atrayendola a él, para que sienta su calor. La enfrente rompiendo el poco espacio personal que la joven humana había trazado.

—¡No puedes hacerlo! ¡elígeme a mí, soy cálido y humano, puedo darte una vida e hijos!—exclama con impotencia, mientras se aventura a besarla contra su voluntad.

Amparo Báthory sintió repugnancia, vértigos y mucho asco. Al punto que llevó con mucha molestia su mano empuñada derecha a estrellar de una contra la mejilla del nativo Quileute.

Se escuchó perfectamente como sus hiesos crugieron y los ojos castaños de la humana se cristalizaron ante semejante estupidez, Amparo se había olvidado de su estúpida realidad humana, y por consiguiente se había roto la mano, ni siquiera se había disminuido su mala suerte.

Su estomago no pudo con tanto, y vómito adolorida y con asco ante toda la situación. Asustando de sobremanera al nativo, quien intenta ayudarla.

—¡N-ni te atrevas a acercarte un mísero centímetro! ¡eres un menor! ¿Cómo te atreves siquiera a tocarme sin mi consentimiento? Me das un profundo asco, no te quiero ver en mi vida ni en la otra. Considerate muerto, Jacob Black—gruñó tan fuera de si, al sentir el dolor que la dejaba impotente y debil ante un mocoso como este.

—Perdoname Bells, es que no puedo sobrellevar lo que me dices. ¡eliges a un muerto sin corazón, a una pared y no a mi! Me duele y me estás lastimando. —exclama dolido y preocupado Jacob.

—¿Sabes que? Solo estoy perdiendo mi tiempo estando aquí contigo, mira lo que haces y mira como me vas a entregar. Confié en ti, y solo terminamos así. ¡entiendelo, no te quiero a ti, no eres mi alma gemela ni yo la tuya! Me voy!—exclama totalmente histerica, caminando hacia la cabaña.

Buscaría ayuda en el padre del mocoso, y si tenía suerte Charlie la buscaría. No necesitaba ni una ayuda más de este niñato asqueroso.

—¡Por favor, Bella! —grita Jacob quedando atrás, sintiendose desplazado.

Billy Black al escuchar la discusión de los jóvenes pero notar como la joven hija de Charlie se acercaba con la mano ensangrentada y sin molde se asustó, le dió pasó.

—¿Pero que te ha pasado, Bella?

—Su hijo me ha besado sin mi consentimiento, lo golpeé y me rompí la mano. —admite bastante molesta.—¿Podría llamar a mi padre? No quiero ver ni necesito estar cerca de su hijo. No puedo tolerar esta falta de respeto hacia mi persona, Billy.

Bella empieza a sollozar sin poder evitar llorar ante el dolor de su mano rota, no era un dolor por cuál le desease ni a su peor enemigo.

—Te pido mil disculpas, mi hijo no esta en sus sentidos...—contesta Billy con vergüenza, mientras llama a su amigo, le cuenta lo sucedido.

Al rato de una hora y media, Charlie llega preocupado y asustado, encontrando a su pequeña hija en ese estado, con un vendaje ensangrentado, e improvisado para mantener estable su mano. Pero no pierde tiempo, mira de reojo a su amigo, agradeciendole por cuidarla pero al salir se encuentran con Jacob y Charlie sale al asecho como todo padre protector.

—Ni se te ocurra pasar por la casa. A la próxima que quieras sobrepasarte con Bella, una bala estará directamente a tus huevos, Jacob. —sentencia serio, mientras se lleva a su hija hacia el hospital.

Siendo así, como Bella es llevada al hospital donde Carlisle la auxilia, y Edward se encuentra super indefenso, molesto y preocupado por su novia. Era por esto, que no la dejaba estar cerca de ese maldito chucho, nunca confió en él pero si en su novia.

Su padre había dicho que la rotura de la mano tomaría tiempo en sanar, que tendría yeso, debiendose colocar unas varillas y pernos para mantener una mejor recuperación. Esto tardaría de entre 8 a 12 semanas, lo cuál la dejaba dependiente de otros hasta que se terminara de curar bien.

Amparo Báthory se estaba apunto de tirar por la borda en el plan, quería tirarse a llorar de la impotencia hacia su compañero Jasper. Sintiendose tan molesta con esta estupida situación, odiaba fingir ser humana y sufrir tanto dolor en vano.

Maldita sea el día que decidió ser Isabella Swan.

Amparo [Jasper Hale]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora