♦ Capítulo 11

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Amparo, digo Bella había sido invitada a una fiesta sorpresa para festejar sus 18 años, Alice había insistido tanto a que asistiera que por un momento la quiso asesinar. Pero por apariencias debía simular que moría de nervios o algo, por lo que, suspiró antes de salir de su baño, tomar el vestido azul y colocarselo como para hacer por cumplido la dichosa visión de la vidente.

Por el camino, no habló mucho estaba simulando nervios ni podía tocar o ver al Cullen, ahora su situación estaba algo delicada y la verdad que no le veía razón para arreglar un romance no destinado con este lector de mentes.  En cuanto llegaron al comedor de los Cullen, pudo notar el esfuerzo habilidoso de la loca, la habitación estaba decordada con flores, rosas y velas. Cada uno de los integrantes rodeaban hacia el lado izquierdo la mesa larga donde reposaba un pastel de cumpleaños que tenía la vela numero 18 en la punta.

—Sonríe. ¡Bella es tu cumple numero 18!— exclama Alice entusiasmada, alzando una cámara y sacando una foto hacia Edward y la castaña humana.

—Alice... —comenta tensa e incómoda con el ambiente no tan agraciado.

La mencionada la ignora deliberadamente, prosiguiendo con su ruta de festejo:

—¿Quieres tus regalos? Tenemos algunos para ti, peri solo podrás abrirlos cuando le soples a las velas. —contempla la vidente.

Edward le susurra rápidamente al oído: Por favor, Bella, deberías agradecer al menos de que logré detenerla con la orden de los globos flotantes, la banda de musica y la pista de baile...

Bella lo ignora, y lo aparta con cierta gracia, acción siguiente se acerca con una mueca a la mesa. Hace el efecto de pedir un deseo al soplar, y poco después de tan solo morderse la lengua por no decir que estaba segura que su cara expresaba el cansancio de ceder a este capricho de la vidente.

—Realmente no necesitaba de regamos... No quería que gastaran en nada ...—dijo Bella avergonzada.

—Pero esto nos alegra mucho, Bella. —comenta Esme con una emoción dulce.

—Bells, por fa, quita esa cara que solo pareces querer arruinar nuestra diversión. –pide Alice.

»Ja... Se supone que la cumple años es quien debe ser honrada y necesita estar divirtiendose. ¡Que estupidez es esto! Muero por volver con Charlie y nunca más verlos.»pensó Amparo.

Sin embargo, sintió la mirada de su compañero, estaba muy silencioso observandola de manera mas a detalle. Temía que Edward se diera cuenta de ello y todo fuera un caos que no pudiera manejar.

Cada regalo iba siendo pasado por cada Cullen, hasta que llego el regalo de Esme y Carlisle, tras abrir el sobre donde iba una pequeña pulsera, sin querer se corta el dedo.

—Mierda, me corté...—sisea por la estupida mano que aún no se mueve como debería.

»Maldita fisioterapia. Sabía que no funcionaría esa cosa.»se queja Amparo.

Sin embargo, solo escucha poco después, un grito venir de Edward:

—¡No Jasper!

Poco después un golpe brusco de su cuerpo contra la mesa donde reposaba la torta y de paso la pared golpea contra su espalda. Logrando sisear tras la sangre que de sopetón se le quitó el tiempo de simulación.

Edward que siseaba hacia Jasper, quién nunca tuvo la necesidad de atacar a Bella, solo de acercarse y acudir al auxilio, porque bien sabía que su compañera era ella.

Amparo estaba en aquel horrible vestido, su sangre caía por sus labios, el golpe la había tomado por sorpresa. Sin embargo, ver la molestia emanando de su compañero la hizo tragar saliva.

—No era realmente este modo en el que  iba a salir del teatro, lo prometo. —comenta rápidamente cerrando los ojos al ver que su compañero levanta la mano.

Sin embargo, siente como esa mano derecha limpia su sangre de entre su comisura de labios y lo lame. Volviendo la escena muy sexy para Amparo.

—Perdoneme por no haberla cuidado... Realmente no pensé que Edward fuera tan idiota como para dañar a "Bella"—comenta elegantemente el sureño. Mientras le ofrece la mano para levantarse.

Alice no podía creer que Bella no estaba allí con ellos como podía ver en sus visiones, es más desde que Amparo expuso su identidad, ya no podía ver el futuro de Bella.

—¿Q-qué le hiciste a Bella?—pregunta en un sollozo Alice.

—¡¿Qué le hiciste a Bella! ¿Dónde está?!—grita histérico Edward.

Sin embargo, cuando quiso atacarla, Jasper lo detuvo y mandó vuelta atrás. Lejos de su compañera.

—No tienes derecho a replicar. Por tu culpa, la familia estuvo expuesto a peligros por tu humana. Ya era tiempo que este drama romántico, terminara. —sisea Jasper autoprotector.

—¡Es Bella!, No la puedo ver, ¡Apresurate Edward, Bella puede estar muerta! —replica histérica Alice.

Sin embargo, una gran risotada de Amparo emerge y envuelve toda la sala. Divertida por la ingenuidad de los Cullen, quedando sumamente satisfecha de su plan.

—Ya está muerta. Y convertida, mis reyes deben estar haciendo de utilidad la vida de la nueva neofita. —contesta Amparo, sin ningun problema se acerca a su compañero y recuesta su cabeza contra el hombro de Jasper.

—¡Porqué lo hiciste! Ella debía vivir! Ella... Ella...—sisea colérico Edward.

—Isabella Swan me suplicó ser convertida, claramente no iba a desaprovechar mi presencia. Se lo di, a cambio de su virginidad. Cosa que tú, poca cosa Cullen... No pudiste siquiera hacer, ¿Cómo te atreves a frustrar los deseos de una mujer?—pregunta totalmente indignada, pero luego ríe al escuchar como su compañero gruñe celoso, lo mira como si fuera que no rompió ninguna regla y le sonríe descaradamente.— Si quieres castigame luego, Daddy~

Jasper se estaba excitando y molestando en ambas partes, no iba a tolerar mucho tiempo tantas emociones.

—Luego.

Amparo sabía que eso era un delicioso si de sexo desenfrenado.

—¿Al menos me dirás dónde está? ¿sobrevivirá o la matarás cuando ya no te sirva?—pregunta Alice con los labios temblando por el llanto que nunca saldría por aquellos ojos dorados.

—Mis Reyes serán sus amos. Lo que pase con su vida ya no me incumbe, asi que... Vayan y visitad a mis reyes, solo así podrán saber de su actual situación. —contesta con desden.—Cariño, ¿Vienes?

Amparo se había dirigido hacia la puerta de la mansión, sin embargo, es Carlisle quién evita que salga.

—¿Te lo llevarás sin permiso?—pregunta el rubio líder del Clan.

—No. Me lo llevo con la necesidad debida a saciar. Mi compañero es libre de tomar sus decisiones, desde que nos vimos ya me hice responsable de él, así que ni se estrese por lo que suceda luego que nunca más nos involucraremos con los Cullen. Ahora, aléjate de mi camino. —gruñe demandante la joven gótica.

Empuja a Carlisle, quien suspira y mira suplicante a Jasper para que no ceda al deseo culposo, sin embargo, este solo se despide de todos, sin mirar atrás.

—Todo lo que venga de los Vulturi, nunca es buena señal, Jasper—comenta sombriamente Edward.

Jasper lo escuchó, mas nunca estuvo tan feliz de dejar atrás aquella familia.

Amparo [Jasper Hale]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora