♦ Capítulo 21

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Una semana después.

Las pisadas de aquellos zapatos de moda hacian resonar el ambiente tan magestuoso del Castillo Vulturi, no sabían el motivo por el cual habían pedido su presencia en el salón de tronos, pero algo hizo desconfiar, el día había estado muy tranquilo para su gusto. Y la joven gótica no dudó en guardar sus cuchillas de sangre entre sus largas botas negras de cuerina.

Jasper percibía el ambiente pesado, como si varias emociones le molestara a distancia, y sus sospechas fueron confirmadas en cuanto las puertas fueron abiertas, ingresaron, para luego encontrarse con los Cullen.

—Mis Reyes, ¿Ha ocurrido algo?—pregunta Amparo haciendo una reverencia justo frente a los tres nombrados, fiel y resguardando su molestia en la neutralidad.

Edward miró nervioso a Jasper, Alice nisiquiera miraba a alguien mas que no fuera al rey Aro y la mirada en la gótica. Como si tuviera nervios pero lo disimulara, las emociones que había entre el Clan Cullen entorno a ellos eran:desprecio, molestia, incomodidad, nervios, inquietud y desagrado.

—Los Cullen han venido ha reclamar justicia, aunque a nuestro querido Carlisle no parece estar de acuerdo, aunque tampoco ha negado su complicidad en el tema. —comenta Aro.

—¿Justicia? No creo haber dejado ningún hilo suelto, ¿Puedo saber el motivo más detallado mi rey?—pregunta con el ceño fruncido la joven gótica, sin entender a lo que se refería.

—Edward Cullen pide justicia porque te ha visto compartir apego indebido con el padre de la joven Swan, por transformarla en contra de su voluntad y por sobre todo, colocarla en contra de ellos con lavado de memoria. —explica Aro con una mirada seria, neutral y sin pensamiento alguno.

Edward frunce ante esa cuestión.

Amparo cierra los ojos por la paz. Queda callada para no salir de su composturaz aún cuando está ardiendo en llamas por arrancarle la cabeza al maldito cullen, pero no, se mantendrá impune de cualquier provocación.

—¿Necesita volver a observar los sucesos mi señor?—pregunta con su voz calmada y neutral, sin abrir los ojos, solo hasta que su rey se acerca, toma sus mejilla y hace que los abra.

—Amparo, ellos te acusan de que me ocultas hechos importantes. ¿Tienes algo que decir en tu defensa?—pregunta Aro tratando de contender su ira, pero solo una mueca se muestra y es de decepción.

—Llame a mi neofita. Es capaz de testificar, si quiere llame a Chelsea y otorgueme permiso para defender mi postura. Solo si desea que sea así, Aro, Caius y Marco. —contesta sin titubear, confiando leal y plenamente en su rey.

—Traigan a la neofita.

Demetri y Alec iban a ir por ella, pero es Jane quién ingresa a la sala de tronos seguida de Bella, quién frunce el ceño tras ver a los Cullen mirandolas como si hubieran visto un fantasma, sin embargo, es su creadora quién no se ha girado a verla por lo que aquello solo hace que presienta que las cosas no van tan bien para Amparo.

—Reyes... permiso. —pide torpemente Bella, ligeramente preocupada por el ambiente tenso.

Jane se queda mirando más tiempo del que es necesario en Alice y Edward, totalmente molesta con ambos. Como si fueran la peste para ella.

—Mis amos. Al fin hemos vuelto de nuestro viaje, nos desviamos por un ligero aperitivo, lamentamos nuestra tardanza. —se dirige sumisa y leal Jane hacia Aro.

Edward siente horror tras querer evitar lo que tiene pensado hacer Jane, corriendo hacia ella, sin embargo, es Alec quién lo empuja lejos.

—Respeta el juicio que has pedido. —ruge protector Alec hacia su hermana.

Edward mira desesperado hacia Alice quien, da unos pasos hacia Aro llamando la atención de los reyes, pero es Caius quién se incómoda por la flata de educación del Clan de Carlisle.

—Controla a tus chicos. —gruñe Caius.

Carlisle trata de detenerlos, pero apenas iba a abrir la boca, es Edward de nuevo quién intenta acercarse a Jane pero es Bella quién lo hace retroceder.

—Mis reyes han dicho que no. Respeta el lugar donde estás, Cullen. —sisea Bella empujandolo a su lugar con su escudo físico, maravillando y enorgulleciendo a varios miembros Vulturi. Entre ellos: Aro, Caius y Amparo.

Jasper no entendía porque tanta necesidad de ser tan indecentes, hasta que logra percibir miedo y pánico venir de Alice quien no duda en romper el sepulcral silencio.

—Aro he tenido una visión. Amparo va a causar tu muerte. Miralo por tu propia cuenta—acusa Alice, alterada.

Aro y Caius comparten miradas, y es Marcus quién ríe primero y luego el resto de los Vulturi.

—Creo que la vidente se echó a perder. —advierte Caius tras una sonrisa divertida ante lo dicho — Claramente nos estás queriendo engañar.

Carlisle siente pánico tras notar como de la mano de Amparo cae un viscoso líquido rojo bermellón, que se desliza por todo el suelo hasta llegar a él, Edward y Alice, siendo engullidos por una enredadera espinosa de sangre que les corta con impresión de shock y dolor. Jasper es el primero en reacción.

Atrapando a Amparo entre sus brazos. La ira que emanó y lo expuso a los siete vientos fue lo más cercano a sentir el fuego en sus venas.

—Amparo. Bella, necesito de vuestras memorias, acérquense por favor. —pide Aro con tanta suavidad que nadie se lo cree.

Sin embargo, es Edward y Alice quiénes creen que la paz antes de la tormenta los convendra para su beneficio. Que equivocados estaban.

Las manos de Aro le otorgan ver la realidad de ambas partes, totalmente hechas en buen juicio sin ninguna oposición en ambas. El trabajo de Amparo siempre había sido así de limpio y perfecto, esos dos mentían.

—A-aro... Ellas... ¡N-nosotros no mentimos...!—grita nervioso Edward.

Sin embargo, es Aro quien camina hacia Carlisle, viéndolo con mucha decepción en la mirada. Carlisle hace una mueca al ver como la amistad que tenía con los Vulturi se desmorona a causa de sus hijos.

—Tarde o temprano el lazo que nos daba amistad desaparecería, nunca creí que fuera por Amparo, pero si te metes con mi arma más letal, no puedo simplemente perdonarte la existencia Carlisle. Espero comprendas, el lugar que te corresponde ceder hoy...—expresa Aro, tras dar un asentamiento a Amparo—En verdad, esto es un desperdicio. Termina como te complazca, Amparo.

Y tras ello, en un par de parpadeos humanos el caos para los Cullen dio lugar como debía corresponder.

Amparo [Jasper Hale]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora