¿Realmente vale la pena vivir sin ella?
Que maldita tortura era esto.
Daiki: No te amo, entiende por favor...- Ella lloraba.
Estaba yo solo en una de mis propiedades, hundido en mi miseria; viviendo en un mundo sin ella y aferrándome únicamente a su recuerdo ya una fotografía que tome de ella.
Tenía varias semanas sin ver a mi hermano mayor, y sin duda alguna, lo necesitaba para que me regañara, me abrasara y me dijera que todo iba a estar bien.
Las lagrimas salían de mis ojos y yo ya no podía más.
Sabía que nadie iba a llegar a mi rescate; ni mi hermano, ni mis amigos, ni nadie... pero entonces...
Alguien toco la puerta de manera desesperada.Me limpie las lágrimas y abrí la puerta.
Creí que vería a Ran, pero fue todo lo contrario.
La niña:¡Por favor, ayúdeme!- Estaba desesperada -No quiero... no quiero volver allá... por favor...- Sus lágrimas hablaban por ella.
Pálida, delgada, pequeña, sucia, golpeada y ojerosa.
Pobre niña.Rindou: Pasa-La deje entrar.
Estaba en muy mal estado.
La niña: ¡Muchas gracias!- Decía aún entre lagrimas.
Rindou: ¿A dónde no quieres volver?
La niña: ¡Al orfanato!- Seguía alterada.
¿Huérfana?
Rindou: ¿Cuántos años tienes?
La niña respiro profundamente varias veces, supongo que estaba tratando de calmarse.
La niña: Cinco.- Dice en un hilo de voz.
Rindou: ¿Qué pasó? ¿Por qué escaparte?
La niña volvió a explotar en llanto mientras me contaba todo.
No la culpo, en su lugar también yo hubiera escapado.
Explotación, mala alimentación, abuso, golpes, gritos, entre otras cosas que me contó.
Ella estaba sola y yo necesitaba algo que me hiciera sentir obligado a seguir a delante.
Tome a la niña en brazos, ella estaba temblando.
Pobre niña.
Rindou: Pequeña, ¿te gustaría que estuviera contigo, te amara y te cuidara?
La niña:¿Eh?- Por un momento las lagrimas se detuvieron.
Su mirada expresaba incredulidad y alivio, pero no respondió.
Rindou: ¿Cómo te llamas?
La niña: I-Izanami.
Rindou: Entonces, Izanami, ¿quieres ser mi hija?
Izanami:¡Sí quiero!- Dice y me abrasa.
Antes de poder corresponder al abrazo sonó el timbre.
Bajé a la niña para poder abrir.
Eran dos mujeres.
Mujer 1: Síp, aquí esta.- Dice al ver al pequeña.
Mujer 2: Disculpe las molestias, señor, pero esta niña traviesa se escapó del orfanato. La llevaremos de vuelta- Dice con una sonrisa claramente falsa -.Vamos, Izanami.
Izanami estaba aferrándose a mi pierna y me miraba como creyendo que dejaría que se la llevaran.
Rindou: No.
A partir de ahora la niña es mi hija y no dejaré que la aparten de mi lado.
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Pequeña esperanza
FanfictionLlegó a mi vida de la nada. La encontré frente a mi puerta; pequeña, débil, indefensa. Ella necesitaba refugio y yo algo que me obligara a aferrarme a la vida.