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P.O.V Izanami

Estaba corriendo entre los pasillos del orfanato... El director me perseguía... Quería escapar... Papá estaba del otro lado del pasillo, pero de pronto donde él estaba aparecieron unas escaleras haciéndolo subir... Necesitaba llegar hasta él, sólo ahí estaría segura.. mientras intentaba subir las escaleras me caí y las fuerzas de las piernas me abandonaron, no me podía levantar... Grité una vez, pero cuando intenté hacerlo de nuevo, hasta la voz se fue... El director me alcanzó... Y desperté gritando.

Sólo había sido un sueño... Sólo eso, un sueño.

Todo estaba oscuro... Sentía que el director iba a aparecer en cualquier momento.

Me armé de valor y me dirigí a la habitación de mi papá.
Al intentar subir a la cama me encontré con alguien más... Una mujer.
Ella grito en cuanto abrió los ojos y me vio, yo me asusté por su repentino grito y tambien grité.

Rindou:¿¡Qué!? ¡Ah, mi arma! ¿¡Dónde...!? ¡¿Izanami, estás aquí?!

Izanami:¡S-sí!

Rindou:¡Ve a tu cuarto!

Izanami: Pe-pero...—

Rindou:¡Pero nada! ¡Ve a tu cuarto!

Hice lo que él dijo... Aunque estaba muerta de miedo.

Pero, ¿Quién era ella? ¿Por qué? ¿Acaso...? No. No. ¿Era novia de papá? NO. Eso no podía ser. No. Si era así... Seguramente él iba a dejar de quererme por que ella tendría todo su cariño. No. No. No.

Estaba yo sola, otra vez.
Yo sola.
Otra vez estaba llorando, yo sola. No quería que me vieran llorar.
Me comencé a quedar dormida y luego sentí una mano sobre mi estómago... Por un instante creí que era el director así que empecé a patear, intentando defenderme... Pero no era el director.

Rindou:¡Izanami, basta!— Dijo inmovilizando mis piernas con sus manos... El era muy fuerte... Mucho más que yo.—¿¡Por qué me pateas!?

Había pateado a la persona equivocada.

Izanami:¿¡P-papá!?

Rindou:¿¡Y quién más iba a ser!?
Izanami, las rabietas no me gustan... Y creo que lo sabes... Y si no lo sabías pues ya estás enterada...— Me daba miedo la manera en que lo decía.

Izanami:¡Perdoname! ¡N-no sabía que eras tú!

Rindou:¡¿Y quién iba a ser entonces?! ¡Si acaso Ran o Sanzu, pero ninguno de ellos te ha dado razones para patearlos, que yo sepa!

Izanami:¡Perdón!

¿Y si ya no me quería?

Rindou:¿Porqué fuiste a mi habitación?

No aguante... Y empecé a llorar.

Rindou: Ay, mi niña.
¿Qué pasó?

Intenté abrazarlo pero el me mantuvo sentada en mi lugar.

Rindou: Te estoy preguntando algo, Izanami.

Izanami:¡T-tuve pesadillas!

Rindou: Ya, por eso fuiste.
¿Por qué me pateaste?

Izanami: Y-yo... Perdoname.

Rindou: Un rabieta.— Dijo levantándose y dirigiéndose a la puerta... Quería dejarme sola... Estaba oscuro... Me quería dejar sola... Yo no quería estar sola... Sólo él me podía proteger... Y ahora se estaba yendo... Me estaba dejando.

Izanami:¡Pe-nSE quE er-eras el director... Y... Y ... y...!

Rindou:¿Porqué lo patearías? Creo que por mucho que te golpeen, devolver el golpe sabiendo que eres más débil, no tiene caso.— Dijo a punto de salir.

Pequeña esperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora