P.o.v Rindou
El tiempo estaba pasando muy rápido.
Izanami ya tenía siete años. La ropa que en un principio compré para ella, de poco a poco le dejaba de quedar.
Desde el año pasado, en una pared comencé a medir a Izanami cada cierto tiempo y ya había crecido varios centímetros.Hacia algunos meses, le conseguí una tutora privada a Izanami, por lo que ahora ya sabía leer y escribir, contaba mejor que antes e incluso ya conocía mucho de historia, ciencias, ética y modales también.
Izanami ya no era más esa pobre niña huérfana que un día llegó a mi puerta y con quién me quedé por interés propio. Ahora ella era, por completo, mi hija; tomaba cualquier cosa dicha por mí como verdad, era obediente y amable, aunque aún a veces solía haber algunos choques con sus ideas y las mías, pero siempre lograba persuadirla.
Mikey también se hacía cargo de Shinichiro, aunque su relación era un poco... Extraña, no quiero entrar en detalles.
La relación de Sanzu con sus hermanos también mejoró mucho, y por lo que veo su consumo de drogas es cada vez menor y menos seguido que antes.
Sanzu también seguía viviendo en mi casa, ya no por orden de Mikey, sino por que tanto él como yo nos sentimos cómodos así. Además, es de confianza.Kakucho prácticamente vivía en mi casa, sólo se iba a la suya a dormir a altas horas de la noche y al día siguiente a primera hora llegaba de nuevo a mi casa. Según Kakucho, lo hace de esa manera para "mantener vigilado a Sanzu", pero en realidad es para ver a Izanami.
Para mi desgracia, Hanma aún está viviendo en mi casa. Y así segura siendo hasta que Mikey ordene que se vaya.
Ahora me encontraba con mi hermano, Ran y su nueva novia, Celia, que ya tenía cuatro meses de embarazo; la conocimos desde la secundaria, Ran la engañó y sufrió mucho por su error, pero tal parece que cuando una persona está destinada a estar con otra, de una u otra manera se van a volver a encontrar, y esta vez a un tiempo y en las circunstancias oportunas.
Estábamos en un bar que solíamos visitar en nuestra adolescencia, pasando un buen rato. No me preocupaba mucho por Izanami, se quedó en casa y estaba muy bien cuidada por Sanzu y Kakucho, aunque seguramente no tardaríamos mucho tiempo en irnos a casa.Mientras tanto...
P.o.v Izanami Haitani
Estaba yo sola en mi habitación, Kakucho había ido a por dulces a no sé dónde y Sanzu no sé qué estaba haciendo.
Ahora que lo pienso, una de las habitaciones siempre ha estado cerrada con llave. ¿Qué habría ahí?
Fui a la habitación de mi papá y revisé el cajón de sus calzones por que ahí guardaba las llaves de todo. Luego de husmear un rato encontré un llavero con no sé cuantas llaves.
Después de intentar con cincuenta llaves ¡Di con la correcta! Abrí la puerta y entré.
El cuarto estaba muy bien decorado, aunque todo estaba en desorden. Había fotografías tiradas por toda la habitación, todas ellas aparecía mi papá con una mujer, pero la cara de ella estaba desgastada, pintada, rota o simplemente no tenia cabeza ¿Quién sería ella?Había mucho maquillaje de muy buenas marcas, lo sabía bien por que las promocionaban mucho en el programa de Taka-chan.
Tomé una de las paletas de pintura y mientras buscaba una brocha entre el desorden, la paleta se cayó.
Izanami: Uy.
Recogí la paleta y la abrí, miré el espejo en ella, estaba roto. Si fuera cualquier otra persona entraría en pánico con la idea de que tendría mala suerte por romper el espejo, pero no creo en esas cosas, además ¿Qué era lo peor que podría pasar?
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Pequeña esperanza
FanfictionLlegó a mi vida de la nada. La encontré frente a mi puerta; pequeña, débil, indefensa. Ella necesitaba refugio y yo algo que me obligara a aferrarme a la vida.