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P.o.v Rindou

Tener que cuidar de la inocencia de una niña y estar a cargo de varios clubes nocturnos no era nada fácil.

Últimamente había tenido mucho trabajo, por lo que me encontraba un poco, bueno... Muy estresado.

P.o.v Izanami

Papá salía muy seguido de casa, y cuando volvía estaba cansado o hacía más trabajo en su oficina.
No le gustaba que lo interrumpieran cuando estaba trabajando, pero había algo muy importante de lo que quería hablar con el.

Con mucho cuidado, abrí la puerta de su oficina y luego entre.

Izanami:¿Papá?

Rindou:¿Uhm? ¡Ah, Izanami! ¿Qué pasa?

Izanami: Es que... Quiero.. ir a la... Escuela.

Mi papá fijo su mirada en mi.
Parecía molesto.

Rindou: No.

Izanami:¿Porqué no?

El necesitaba una razón válida para negarse ¿O no?

Rindou: Pues por que no, y punto.

Izanami: Pero yo quiero ir...-

Rindou: Izanami, mi vida, se una buena niña, no cuestiones mis decisiones y ve a tu habitación ¿Sí?

Izanami: Pero yo...-

Rindou:¡Pero nada, Izanami. Yo sé bien lo que hago y por qué lo hago! ¡Ve a tu habitación, ahora!

Se enojo.
Se enojo conmigo.

Yo salí de su oficina, pero no fui a mi habitación, mejor fui a la cocina, tal vez si le preparaba algo se le pasaría lo enojado.

Le prepare un Sándwich y chocolate.
¿A quién no se le pasaría un enojo si se disculpan con chocolate?

Estaba frente a la oficina de papá, iba a entrar hasta que...

Rindou:¡Ya! ¡Ya me harté! ¡ya no puedo! ¡no quiero seguir con esto, es una estupidez!

Ran:¿De qué se supone que estás hablando?

Rindou:¡No sé cómo mierda se me pudo haber ocurrido quedarmela...!

Estaban hablando de mi...

Mi papá ya no me quería...
Eso no podía arreglarlo ni con mil tazas de chocolate...

Shouta: Izanami, si alguien ya no te quiere, no llores por esa persona, aléjate. No te quedes en un lugar donde estas de más, ¿Entendido?

Y eso haría.

Fui a mi habitación y me puse una chamarra, bufanda, guantes ¡Y mis botas con peluche!
Con eso el frío sería prácticamente inexistente.

Tome una mochila y la llene de sandwiches, también llevaba conmigo una botella de agua.

Ya estaba lista para partir.
Llevaba todo lo necesario para mi viaje al polo norte.

Estaba apunto de salir de casa.

Guardia 1: No puede pasar.

Izanami: Déjeme pasar, por favor.

Me dejaron salir.

Mi hermano, Kakucho, me había contado sobre un hombre gordito, de barba blanca y grande, y con un traje rojo. Ese hombre quería a todos los niños y vivía en el polo norte.
Estaba segura de que el me aceptaria como a un duende más.
Iría al Polo Norte, aunque tenía un pequeño problema... No sabía por donde quedaba el polo norte.

Pequeña esperanzaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora