「✦𝙳𝚛𝚒𝚟𝚎✦」⋆ ★ ᴹⁱⁿˢᵘⁿᵍ

✧. ┊⁰⁷

Jisung resoplaba y maldecía, seguía sin creer cuanto su vida estaba cambiando en un abrir y cerrar de ojos mientras esperaba pacientemente a que el director se dignara en aparecerse por su oficina y le diera un castigo que Seungmin también debería de recibir, ambos tenían culpa, pero tenía mucha suerte el condenado ya que el profesor no lo descubrió lanzando los papeles.

Escuchó unos pasos cerca de la puerta e inmediatamente el menor se acomodó en su lugar. La puerta fue abierta y por ella entró un hombre de gran complexión física y mirada intimidante, su edad rondaba entre los 50 o 55 años de edad. Pasó por el lado de Jisung para después sentarse en la silla detrás del buró, Jisung escuchó como esta rechinaba por el peso del director, eso le recordó al sofá de casa de Minho cuando él intentó dormir en este, «Ese idiota debería de tirar ese sofá y pensar en comprase uno nuevo, al igual que este señor con su silla, pero ambos se nota que son unos codos» pensaba Jisung mientras escuchaba como la silla seguía rechinando cada vez que el señor se movía.

—Bien, muchacho, soy el director Ma DongSeok, ahora ¿puedes explicarme quién eres y qué hiciste para estar sentado ahí? —El director Ma se acomodó otra vez en la silla, a Jisung ya le estaba dando lástima la pobre, estaba a punto de colapsar, sabía que ella no tenía la culpa de que su director tuviera el cuerpo de un boxeador.
《La imagen que tenía del director estaba muy equivocada》 saliendo de sus pensamientos se presentó y le explicó la situación al mayor.

—Así que le has faltado al respeto al profesor de lenguas en su clase, sumándole que llegaste tarde y te saltaste las dos primeras clases —El Director lo miró expectante a través de sus lentes mientras se acomodaba otra vez en su silla —Jisung, estás provocando que cambie la impresión que tenía de ti, es tu segundo día y ya te metiste en problemas, ¿quieres que tu padre se entere de esto? —Jisung abrió los ojos tras escuchar la mención de su padre, no quería decepcionarlo, así que negó a las palabras de su director el cual descubrió que era un muy buen amigo de su progenitor en lo que estuvieron hablando y en ese momento entendió por qué aquel hombre parecía Hulk
en su versión coreana.

Su padre era alguien muy importante en el FBI y este señor según le contó fue un gran teniente en las fuerzas, pero al parecer ocurrió algo con su hijo y tuvo que dejarlo, gracias a un amigo logró el trabajar como profesor en esta universidad y por sus méritos llegó a ser su director, lo que a Jisung le extrañó es que su padre nunca le hablara de este hombre.

—No, por favor, a mi padre no, le prometo que no volverá a suceder, de verdad —El castaño le rogó al Director hasta que este suspiró y asintió.

—Bien, no diré nada, espero y esto no se repita, porque me veré obligado a llamar a tus padres, ¿está bien? —El menor asintió frenéticamente, a la vez que se relajaba en la silla —Bien, ahora tu castigo —El menor se acomodó otra vez en la silla mordiendo su labio, nervioso y estresado. Se pensaba que se había librado del castigo solo porque aquel hombre era amigo de su padre, pero al parecer fue todo lo contrario.

—Pero... pensé que... —El castaño fue interrumpido por el director.

—Sé lo que pensaste, te diré algo, que sea amigo de tu padre no significa que no te voy a castigar por tus faltas, ¿entiendo? —Habló con voz firme y muy seria mientras miraba al menor a través de los lentes. Jisung tragó con dificultad, muy intimidado por aquel hombre sentado frente a él.

Ma Seok podía ser un hombre muy bueno y amable pero cuando se trataba de su deber, lo cumplía al pie de la letra, por eso ha logrado todo lo que se propone, era un hombre muy recto y Jisung logró comprobarlo en esos minutos que estuvo conversando con él.

—Bien, lo he decidido, ayudarás en la cafetería del colegio hasta que contratemos a alguien más, escuché que estaban cortos de personal así que vas a apoyarlos durante ese tiempo como castigo, ¿estás de acuerdo? —El menor miró muy dudoso al director.
«Nunca he lavado un plato en mi vida, espera esa frase...» Jisung se sonrojó de la furia y la vergüenza al recordar que Minho le había dicho exactamente esas palabras la primera vez que se vieron —Han... ¡Han Jisung! —El señor Ma lo llamó, mientras agitaba su mano frente al rostro del menor para captar su atención.