「✦𝙳𝚛𝚒𝚟𝚎✦」⋆ ★ ᴹⁱⁿˢᵘⁿᵍ

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Jisung llevaba al menos 30 minutos tratando de escapar de los chicos. Necesiba ir al baño con carácter urgente, sino presentía que su vejiga explotaría. Así que con un último intento utilizó sus piernas y empujando a Wooyoung logrando separarlo de Changbin y por lo tanto de él mismo. Lastimosamente no midió su fuerza y terminó tumbandolo de la cama. El chico al parecer dormía como tronco porque ni se inmutó.

—Quita —Jisung se soltó de Changbin y se levantó, pero antes de poder hacer su baile de la victoria alguien tocó la puerta.

Jisung arrugó la cejas y miró el reloj, eran apenas las 6 de la mañana. Se sorprendió por dos cosas: uno, que durmió solo 4 horas y estaba de pie y sin una gota de sueño, y dos, quién podría estar llamado a su puerta y qué querría a esa hora en su habitación.

Jisung alzó los hombros y sin pensarlo mucho fue abrir la puerta, sus ganas de ir al baño no le daban mucho tiempo para ponerse a pensar. Abrió llevándose una sopresa.

— ¿Felix? —el pecoso, al verlo, se sorprendió y desvió la mirada nervioso.

—Hola, lamento la hora —murmuró con la voz algo ronca.

—Tranquilo, ¿qué sucede? —Jisung lo miró curioso, Felix se notaba nervioso y tímido.

—Ah… es que necesito ir al baño, pero no quería ir solo —lo miró a los ojos y Jisung le sonrió cálido mientras asentía.

—Okay, yo te acompaño. De hecho, tenía ganas de ir —salió de la habitación, pero antes de cerrar la puerta vio a Felix mirando dentro y él siguió su mirada curioso. Lo que vio lo hizo rodar los ojos, Wooyoung y Changbin estaban durmiendo como koalas nuevamente.

—De acuerdo, vamos —habló y Jisung dejó de mirar a sus compañeros de habitación para después seguir a Felix.

Jisung pasó primero porque ya no podía aguantarse las ganas, después Felix entró y vomitó hasta el alma. El pobre todavía estaba averiguando de todo lo que comió el día anterior qué le había caído tan mal. Jisung se quedó a su lado todo el tiempo pasándole la mano por la espalda como apoyo.

—Gracias, y que vergüenza —Felix se levantó sin mirar a Jisung de la vergüenza para después ir y cepillarse los dientes.

—Todos pasamos por eso alguna vez, no hay de qué preocuparse —sonrió cálido y Felix le devolvió la sonrisa mirándolo a través del reflejo del espejo cuando acabó de lavarse las manos.

Después de unos minutos los dos ya no tenían sueño así que, en vez de subir a intentar dormir, fueron a la cocina para ver qué podían hacer de desayuno. Por suerte, el refrigerador estaba lleno de cosas que podrían utilizar. Jisung y Felix se miraron, agarraron cosas del refrigerador y se pusieron a hacer el desayuno.

Ambos pasaron un rato bastante agradable, aunque aún Jisung sentía un poco de vergüenza en el fondo al recordar lo que había descubierto la noche anterior sobre Felix y Minho, pero el pecoso siempre lograba sacarlo de sus pensamientos con alguna plática.

Más tarde, Minho bajó sobándose la cara para despertarse mientras se sentaba en un taburete.

—Lix, ¿cómo te sientes? —Minho lo miró preocupado, pero el pecoso le sonrió para acercarse a él y darle un beso en la mejilla.

—Estoy bien, tranquilo —se giró para seguir preparando el desayuno y Jisung entró nuevamente a la cocina -había ido al cuarto por su celular- topándose con Minho, mirándolo de pies a cabeza.

—Hola —murmuró Jisung sonrojado mientras iba a ayudar a Felix ignorando la mirada Minho.

—Jisung, ¿sabías que mi hermano hace los mejores brownies del mundo? —dijo Minho de la nada al ver el desayuno y Felix rió apenado.