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Después del alboroto con los mininos Minho los llevó a su habitación dejando a Jisung respirar tranquilo, quien de alguna manera logró "acomodarse" en el sofá quedando dormido inmediatamente; aunque no lo pareciera Jisung estaba cansado en extremo, fue su primer día de Universidad, más todo lo sucedido en aquella fiesta y sumado que eran las tres de la mañana, por lo tanto cayó rendido sin importar lo incómodo que fuera aquel sofa.

Jisung abrió sus ojos volviendo a cerrarlos al momento debido a los incómodos rayos del sol que se colaban por los pequeños agujeros que tenían las cortinas encargadas de cubrir las puertas del balcón que estaban en la pared frente al sofá. Se removió un poco balbuceando cosas sin sentido, pero algo le resultaba extraño. Jisung intentó abrir los ojos para saber qué era ese peso extra que sentía en su abdomen, pensando lo peor.  Alzó la mirada y vio a los tres felinos de hace una horas durmiendo cómodamente sobre él como si fuera la mejor cama del mundo. Jisung se alarmó.

—¡Minho! —Gritó el castaño levantándose del sofá pero los mininos aún lo seguían a todas partes.

— ¿Qué quieres niño?, son las 8 de la mañana, por Dios —Han escuchó una voz ronca, hasta que divisó a Minho bostezando y con rastros de ojeras en sus ojos, este estaba parado en el marco de la puerta que daba a su habitación. Jisung lo miró mal como ya era costumbre para después hablar.

—Tus bolas de pelos no me dejan en paz, lleva... espera, ¿qué dijiste? —Minho hizo el intento de hablar pero fue interrumpido por Jisung —¡¿Las 8 de la mañana!?, Dios mío, llego tarde al colegio. Hoy es mi segundo día, esto no me puede estar pasando —El castaño caminó de un lado hacia el otro mordiendo su labio con frustración mientras Minho lo observaba desde el sofá acariciando a sus bebés y aguantado la risa al ver al menor tan desesperado.

— ¿Qué voy a hacer?, mis padres me van a matar y...  —Jisung fue interumpido por algo que golpeó su cabeza —¡Oye!, ¿Por qué hiciste... —Han hizo silencio al reconocer su mochila, la cual había preparado para quedarse en casa de Seungmin — ¿Cómo es que... —Fue interrumpido otra vez.

—Cambiate rápido antes que cambie de opinión —Jisung observó como el pelinegro se adentraba en su habitación.

El castaño decidió ignorar -por el momento- todo lo sucedido hasta ahora para dirigirse hacia el baño, el cual Minho le había explicado que estaba una puerta después de su habitación. El menor hizo sus necesidades, se cambió y cepillo los dientes; se sentía tan bien al estar bañado y limpio. Al salir del baño se topó con el pelinegro listo para irse, bajaron por las misma escaleras y esta vez Jisung siguió los mismos pasos que Minho para no caerse -por segunda vez-, hasta que llegaron al frente del edificio.

Jisung vio como el pelinegro se subía a su moto a la vez que se colocaba el casco que Jisung llevaba hace unas horas.

—Póntelo y sube —Dijo el mayor para después lanzarle un casco al menor.

— ¿Y esto qué es? —Susurró el castaño al ver el casco que Minho le había lanzado, tenía orejas de gato y algunas pegatinas de flores y  pollitos, era rosa y muy lindo. A Jisung le gustaba el casco, no lo iba a negar, pero la sonrisa que tenía en el rostro desapareció y cambió por una expresión de confusión.

—Desde mi punto de vista es un casco, ahora póntelo y sube —Han rodó los ojos debido al  comentario del mayor.

—Quiero decir, nunca me esperé que alguien como tú llevara este tipo de cosas.

— ¿Y cómo soy, Jisung? —Preguntó Minho mirando fijo al menor. Quedaron así por unos segundos hasta que Minho volvió a hablar —Sólo sube.

Jisung miró el casco y la moto una y otra vez mientras mordía su labio inferior pensando en que podría pasarle si se iba caminando y llegaba tarde, tal vez los profesores se apiadaban de él por ser el segundo día y no lo castigaban.

「✦𝙳𝚛𝚒𝚟𝚎✦」⋆ ★ ᴹⁱⁿˢᵘⁿᵍDonde viven las historias. Descúbrelo ahora