23° |La Cabaña|

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Parte 4


~Narrador: Charlie~


Hace poco aprendí un sinónimo nuevo: espantadizo. No lo había escuchado antes, significa alguien que se espanta con facilidad por cualquier cosa.

La diferencia ahora es que yo estaba ESPANTADIZO pero no por cualquier cosa, si no por un motivo que tenía en frente de mi en este momento. Un chico Rugbier popular y hermoso que me mira de brazos cruzados esperando algún tipo de respuesta de mi parte.

Mientras a la vez observa con absoluto enfado a Tom, quién se encuentra simplemente en su lugar todavía encuerado.

¡Pelotudo qué es! ¡Ayúdame y vístete!

-Pu... ¿Puedes... ¿Puedes ponerte la camiseta por favor? -susurre hacia él de manera rápida mientras me pongo de pie para observar a Nick- ¿Qué... ¿qué haces aquí? -no sabía que decir.

-Te hice una pregunta.-rebatió en un tono serio.

Me alejé de donde estaba para acercarme a pasos rápidos a él.
-Ey tranquilo. No es lo que parece.

Soltó una risa nerviosa e irónica.-¿Qué no es lo que parece?
-vuelve a reír- ¿Y qué es entonces? Explícame porqué aún no lo entiendo.

-Solo... Solo le estaba curando la herida. ¿No ves cómo está? Apenas y el cabron puede ponerse de pie. -susurre nuevamente.

-¿Curando? Me parece que está un poquito grandecito para que pueda hacerlo por sus propios medios.-eleva un poco la voz para que Tom escuche.

-Nick, por favor. -no quiero que se inicie una discusión entre ellos o algo así- ¿Por qué no vamos a hablar a la cocina y te explico mejor todo lo que está pasando? ¿sí? -tomé su mano.

Se soltó de mi agarre al instante... Auch. Pero sin embargo asintió, aún con su vista enfocada atrás de mi. Básicamente en Tom.

-Vamos. -comencé a caminar hacia los pasillos.

Cerré los ojos intentando tranquilizarme. Nick siguió mis pasos, agradecí en parte que no se abalance hacia Tom por celos o algo así. Al menos pudo notar que al imbecil no le cabía un golpe más en el cuerpo.

Al llegar a la cocina, Nick cerró la puerta. Tomé una de las velas y busqué otro encendedor para poder encenderla. Sentía su mirada penetrante hacia mi en cada movimiento que hago.
Aún seguímos en la plena oscuridad, pero podía notar su total postura tensa, como estaba de brazos cruzados, y su rostro completamente serio.

Una vez que encendí la vela y pude tener mejor visión de él suspire y hablé:-¿Qué necesitas saber?

-Todo.-expresa firme- Pero por sobre todas las cosas el hecho de que estés aquí a solas con él, y el pequeño detalle de que tu cara estaba a escasos centímetros de la suya mientras el cabron estaba prácticamente semidesnudo.
-su mandíbula volvió apretarse.

-Cariño, te he dicho que lo estaba curando. Nada más. La cercanía era por eso. No pienses cosas que no son por favor.

Se apoya sobre la mesada, aún con los brazos cruzados.-Sí, porque es sumamente agradable tener que ver a tu novio súper cerca del imbecil que intenta querer ligarlo en cada posibilidad que tiene. Es genial. -suelta con ironía, suspiró y su vista fue hacia el suelo. Volvió a mirarme-¿Por qué estás aquí con él?

-Es lo que estoy tratando de explicarte, pero tus celos por la escena ridícula de recién no me permiten hablar y explicarme.
-sonreí levemente en ironía.

HEARTSTOPPER ONE SHOTS 2 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora