Buenas! Esta es una continuación de la primera parte! Siguiendo el hilo de esa misma historia, si sos nueva/o por supuesto te recomiendo primero leer la otra historia para así tener más contexto sobre esta. Se encontrarán con la misma esencia de nue...
Nick resopla y se baja de encima de mi mientras queda recostado a mi lado.
—¿Qué pasa? —pregunté observándolo.
Hace una especie de mueca mientras su visión estaba enfocada en el techo de la habitación.
—Era... Era mi papá.—suspira.
Asenti entendiendo el porqué de su reacción.
—¿Por qué no lo atendiste? —pregunté suavizando mi voz mientras me acomodo de lado para poder verlo mejor.
No dice nada.
—¿Cariño? —llevé mi mano a su pecho dejando algunas caricias.
—¿Hum? —esta vez me observa, parece algo pensativo.
—¿Quieres hablar sobre eso?
Vuelve a suspirar mientras su mano se ubica encima de la mía, que aún sigue en su pecho.
—No es nada, es solo que... En el día le dejé algunos mensajes de que estaba aquí y si no quería que hagamos algo, vernos en algún lugar... No respondió ninguno.
Asenti escuchándolo con atención.
—¿Y recién ahora me llama cómo si nada? ¿Después de no haber respondido en todo el día? —su cara delata molestia— Por eso colgué.
Se queda en silencio un momento, lo noto algo afectado. Así que me acerqué dejando un beso en su mejilla mientras me recuesto sobre su pecho. Sus brazos me rodean de inmediato.
—¿Actúe de forma inmadura verdad? —pregunta de repente.
—¿Por qué dices eso?
—Debí atenderlo, y no colgar así. —su mano se desliza por mi espalda.
—Hiciste lo que sentiste Nick, tranquilo. Si no tenías ganas de atender, está perfecto.
—Sí pero... —suspira y se quedó callado.
—Ey... —levanté mi vista para observarlo— Ya está. Ya pasó. Tampoco fue para tanto, mañana será otro día. Y si tienes ganas de hacerlo le devuelves la llamada para ver que quería decir. Y si no lo quieres hacer, no pasa nada. ¿Sí?
Asintió levemente.
—Te quiero.
—Yo a ti.
Me acerqué un poco más para dejar un beso sobre sus labios. Me volví acomodar como recién. Nos quedamos así, dispuestos para dormir. Pasado unos minutos el comentario de Nick me hace reír.
—¿La sesión de besos calenturientos se suspende no?
Sonreí dejando un beso en su pecho. —Tendrás mucho de eso mañana.
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