DESBORDADA PASIÓN. 🔞 (2MIN)🌈

セブン.DESCUBRIENDO.

CONTINÚA AÑO 1328. ISLA DEL SOL NACIENTE (JAPÓN).

ALDEA GOKAYAMA.

El sol se alzaba lentamente sobre la aldea pintando el cielo de un suave rosa y dorado, mientras Aki y Taemin se preparaban para su visita al antiguo templo. Ambos estaban ataviados con kimonos sencillos pero tradicionales, sus ropas ondeaban con cada paso que daban por los senderos de la montaña.  Caminaban en silencio, pero sus pensamientos resonaban como susurros en el aire fresco de la montaña.

 Taemin no había logrado conciliar el sueño esa madrugada, agobiado por la experiencia que lo dejó sorprendido y avergonzado. Lo que presenció sacudió sus cimientos más profundos. Taemin no podía apartar de su mente la imagen que había visto en la penumbra de la noche anterior. Koji siendo acariciado por otro hombre. Taemin jamás habría imaginado posible que eso pudiera existir entre dos hombres. La escena lo había dejado atónito, y lo que es más, lo confrontó con sus propios deseos e instintos.

Taemin se sentía avergonzado por lo que había hecho durante aquella revelación. No había podido contenerse y, en la oscuridad de la noche, ahí escondido se había entregado al placer de una manera que nunca antes había experimentado. Ahora, se reprochaba a sí mismo por su falta de autocontrol y se cuestionaba su propia honradez al asistir al templo.

Aki, su sabio Sensei, percibía la inquietud de Taemin, pero esperaba a que él mismo decidiera abrir su corazón y compartir sus pensamientos. Finalmente, llegaron al antiguo templo, con sus tejados de paja y su estructura de madera que se alzaba majestuosamente. Los dos se inclinaron respetuosamente antes de entrar. Aki compró tres varitas de incienso, tomó una para él  y  las otras dos se las entregó como siempre a Taemin.

—Ofrécelas a tu madre, y también para que tu padre pueda encontrar el camino de regreso a ti. —propuso Aki.

El aroma de incienso llenaba el aire mientras sus oraciones se elevaban hacia el cielo. Aki y Taemin permanecieron en silencio durante un largo momento, cada uno sumido en sus pensamientos y emociones.

Aki se arrodilló ante el altar, con las manos juntas en señal de oración. Sus ojos se cerraron mientras hablaba en voz baja. "Buda, te ruego que el hombre que amo aún a pesar del tiempo haya tenido una vida llena de alegría y amor, en cualquier lugar que se encuentre. Que esté sano y feliz, y que algún día, en esta vida o en la próxima, nuestros caminos se crucen de nuevo". —Una lágrima rodo por su mejilla.

Taemin igualmente se arrodilló ante el altar, encendió las varitas de incienso y comenzó a recitar sus oraciones en voz alta. A medida que el humo ascendía hacia el techo, sus ojos se llenaron de emoción. —Madre. Te extraño todos los días. Te pido que sigas cuidándome desde allí arriba, y también rezo por que mi padre regrese algún día para estar conmigo. Y luego en secreto, también pidió perdón  a Buda, por sus propios pecados y confusiones.

Cuando terminó sus plegarias, Taemin se unió a Aki, quien lo estuvo observando en silencio después de hacer sus propias oraciones. Él podía sentir la agitación interior de su joven sobrino, y decidió abordar el tema con delicadeza. —Taemin, noto que algo te preocupa. ¿Quieres compartirlo conmigo? —preguntó Aki en tono comprensivo.

Taemin bajó su rostro, incapaz de sostener la mirada de su Sensei. —Sensei Aki, anoche... anoche estuve espiando en la habitación de Koji, y lo que vi...  —Taemin titubeó, sus mejillas estaban encendidas de vergüenza.

Aki asintió con comprensión, sabiendo que Taemin necesitaba liberar su angustia. —Comprendo. A veces, nuestras curiosidades nos llevan a lugares inesperados. ¿Qué fue lo que viste?

Taemin respiró profundamente y comenzó a relatar lo que había presenciado, la intimidad compartida entre los dos hombres que le había resultado tan desconcertante y desafiante. También le habló de cómo se había entregado a sus propios deseos en la soledad de la noche.