三十四.LA SUCESIÓN.

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 AÑO 1336. GANGHWA,GORYEA.

La sala del trono, imponente y magníficamente decorada, resplandecía con la luz tenue de las antorchas estratégicamente dispuestas en las paredes ornamentadas. Las maravillosas sedas de colores y bordadas en hilos de oro, resaltaban la opulencia del lugar, mientras que la suave iluminación confería una atmósfera solemne y mística. Las sombras danzaban en las esquinas, creando un ambiente solemne.

En el centro de la sala, la princesa Sonha, con su porte real y mirada decidida, se erguía con gracia frente al trono del Wang Jinki. Su presencia imponente y su vestimenta real, reflejaban la herencia de una larga línea de realeza. Sin embargo, su semblante revelaba la tensión que marcaba el ambiente, como una tormenta a punto de desatarse.

El Wang Jinki, expresaba su desacuerdo acerca de la determinación de su nieta. Su voz resonó en la sala, llena de autoridad, mientras intentaba hacerla entender que ese camino era sumamente arriesgado. Los pliegues de su túnica real se movían con cada gesto, y sus ojos reflejaban la preocupación de quien teme ante lo incierto.

A un lado, Taemin y Heechul observaban la escena con preocupación. Cada palabra de la princesa resonaba como un desafío a su posición. —He dicho que no  —insistió el Wang, con voz firme pero cansada. —Pero abuelo, es la única manera de que los consejeros permitan que nuestro ejército rescate al Wang Minho. Además, eso nos traerá beneficios,  —argumentó la princesa Sonha, con determinación en sus ojos. Quería salvar al prisionero y, al mismo tiempo, asegurar la estabilidad del reino.

Taemin, frunció el ceño. —Yo tampoco estoy convencido  —expresó con desconfianza. La idea de un matrimonio estratégicamente ficticio no le agradaba, pero la realidad de la situación igual pesaba sobre sus hombros. ¿De qué otra manera accedería al ejercito real, y lograr rescatar a su amado Minho?.

En ese momento, Heechul, intervino en la acalorada discusión. —Yo estoy con la princesa Sonha, Wang Jinki. Ella tiene razón. Si el Wangja Taemin la toma por esposa, el pueblo entero estará complacido.  —Heechul, con su agudeza, abogaba por una solución que pudiera contentar tanto a los consejeros como al pueblo.

—Pero los estaríamos engañando. Buda se enojará por hacer eso  —objetó el Wang Jinki, preocupado por las consecuencias de un matrimonio fingido. Sonha, sin embargo, no titubeó y respondió con confianza. —Abuelo, usted solamente informará que ya nos unió en matrimonio.  —Los consejeros podrían enterarse  —añadió el Wang.

Taemin, visiblemente nervioso, interrumpió con sus propias dudas. —Luego los consejeros podrían hablar, y...  —Antes de que pudiera terminar su frase, el Wang, mencionó con determinación. —Esos oportunistas ya me tienen cansado. Son unos entrometidos, se creen con el derecho de opinar hasta en lo que comemos.

Sonha asintió con aprobación. —Pues hay que aprovechar esto para que mi futuro esposo los destituya y consiga a otros. Hay muchos pobladores honestos que gustosos serían los nuevos consejeros.  —Su mirada reflejaba una mezcla de astucia y convicción. Estaba dispuesta a usar la situación a su favor para asegurar no sólo la liberación de Wang Minho sino también la consolidación de su propio poder.

Eso no era malo, pues ella realmente deseaba servir a su pueblo con Orgullo y honestidad. Y de no ser por esa vía, no habría manera de lograrlo. Estando su primo Taemin por delante de ella en la sucesión de la corona, sería muy difícil aspirar a tal puesto. Sonha desde pequeña soñó con gobernar Ganghwa.

La sala del trono resonaba con la diversidad de opiniones, El rey Jinki, con la carga de la responsabilidad en sus hombros, sopesaba la situación. La decisión que estaba por tomar no sólo afectaría a los implicados directos, sino que resonaría en todo el reino.

DESBORDADA PASIÓN. 🔞 (2MIN)🌈Donde viven las historias. Descúbrelo ahora