DESBORDADA PASIÓN. 🔞 (2MIN)🌈

二十三.NOCHE DE BODAS.

Minho y Taemin salieron del Templo, la ceremonia de su unión había sido hermosa y llena de significado.Comieron ahí mismo para celebrar su enlace. Dos sirvientes del palacio se encargaron de todo. No necesitaban nada más para ser inmensamente felices. Cuando la luz dorada del atardecer bañaba sus rostros, se retiraron. Minho le tenía otra sorpresa a su amado.

El ahora rey Minho, con su porte majestuoso, subió a Taemin a su imponente caballo blanco. La mirada de ambos estaba llena de ternura. El caballo se puso en marcha hacia una de las zonas más hermosas del palacio.

Mientras cabalgaban juntos, Taemin acurrucó su cabeza en el pecho de Minho, disfrutando del cálido latir de su corazón. Minho rodeó con brazo protector a Taemin, y ambos compartieron sonrisas cómplices, sabiendo que ahora su amor estaba sellado y que enfrentarían juntos cualquier desafío que la vida les presentara.

Después de un rato, llegaron a una linda casa escondida entre la exuberante vegetación y árboles frondosos. Taemin, curioso, preguntó sobre el dueño de la casa. La respuesta de Minho lo sorprendió.

—¿Quién vive aquí, mi señor? —Preguntó Taemin. —Nadie, pequeño, pero desde ahora tú lo harás. —contestó Minho. —¿cómo? —Taemin se sorprendió por la respuesta. —Así es. —Minho detuvo el andar del corcel y se bajó de este, luego cargó a Taemin y lo ayudó a bajar con cuidado. —Ven Tae, quiero que conozcas por dentro nuestra casa. —Minho lo tomó de la mano y lo condujo hacia la casa.

El sol se filtraba a través de las hojas de los árboles, pintando de tonos dorados el camino que llevaba a la pequeña vivienda que ahora sería su refugio. El aire estaba impregnado de la dulce fragancia de las flores que adornaban el jardín, creando un ambiente mágico y encantador. Minho guiaba a Taemin con orgullo, sus manos entrelazadas con fuerza, no tenían intención de soltarse.

Minho detuvo el paso frente a la puerta de la casa y, con una sonrisa radiante, abrió la puerta para revelar el acogedor interior. El pasillo del jardín había dejado entrever la belleza del lugar, pero el verdadero encanto se desplegaba ahora ante Taemin. El espacio era pequeño pero perfecto, decorado con gusto y amor. Los pocos muebles daban calidez, y los colores suaves de las cortinas invitaban a la tranquilidad.

—¡Wow! —exclamó Taemin, mostrando una linda sonrisa.

—¿Te gusta?  —preguntó Minho con ojos brillantes de felicidad. Taemin asintió emocionado, sus ojos brillaban tanto como los de su amado. —Mi señor es...todo es tan bello en este lugar, —susurró, incapaz de contener la emoción que lo embargaba.

Minho rió suavemente y, tomando de nuevo la mano de Taemin, lo condujo más adentro. Exploraron cada rincón de su nuevo hogar, compartiendo risas y miradas cómplices. Cada detalle parecía tener un significado especial, como si la casa misma fuera testigo y cómplice de su amor.

—Primera orden del día, ya no me llamarás señor, —ordenó Minho con una chispa traviesa en los ojos. —Desde este momento solo seré Minho para ti. —Taemin asintió con una sonrisa, sintiendo la cercanía de su esposo. La segunda orden le tomó por sorpresa: —Y la segunda orden es que ya no vivirás más con Kim Heechul, y no acepto un no. Recuerda que las ordenes del Wang, se tienen que cumplir, y si no lo haces te castigaré.

Taemin frunció ligeramente el ceño, preguntándose cómo explicaría esta situación a su señor Heechul. Minho, leyendo su preocupación, acarició suavemente su barbilla. —No te preocupes en este momento ya sabe que no regresarás más. He mandado a mi hombre de confianza para notificarle que desde hoy trabajas en el palacio.

El corazón de Taemin se llenó de angustia. —Pero, ¿qué le diré a Heechul Nim por dejarlo? —planteó Taemin con sinceridad. Mi se...Minho, él sabe que yo estoy enamorado de ti, confesó Taemin con una mezcla de nerviosismo y honestidad. Yo no le dije nada, él se dio cuenta al ver que cada día me dejaba morir poco a poco, por lo sucedido en el palacio.