DESBORDADA PASIÓN. 🔞 (2MIN)🌈

十六.PASIÓN CONTENIDA.

Era un día soleado y cálido, el mercadillo estaba en su apogeo. La gente se abría camino entre los coloridos puestos de flores y mercancías, llenando el aire con risas y charlas animadas. Entre la multitud, Taemin se movía con gracia, cuidadosamente seleccionando los objetos que necesitaba para su señor Heechul. Los vendedores lo conocían bien, y sus ojos brillaban con una sonrisa amigable mientras realizaba sus compras.

Sin embargo, en los últimos días, Taemin había experimentado una sensación inusual. Tenía la extraña impresión de que alguien lo seguía, una sombra que se deslizaba en las esquinas de su visión. A menudo, volvía la cabeza para tratar de descubrir quién podía estar detrás de él, pero no lograba identificar al intruso invisible.

Ese día en especial, la sensación se intensificó. No solo sentía que lo seguían, sino que estaba siendo observado. Cada vez que volteaba a mirar, no veía a nadie en particular, sólo rostros desconocidos en la multitud. Taemin decidió que era su imaginación, producto de su desvelo. Trató de ignorar esa sensación mientras continuaba sus compras.

Finalmente, con una cesta llena de provisiones y flores frescas, Taemin se encaminó de regreso a la casa de Heechul. El camino que solía recorrer era conocido y reconfortante, rodeado de árboles altos y sombras frescas. El aire se llenaba del dulce aroma de las flores silvestres, y el día parecía más sereno. Taemin estaba contento y canturreaba una melodía en voz baja mientras avanzaba. "🎶Adios hermosas flores, brillen como el sol radiante🎶".

Sin previo aviso, un cuerpo se interpuso en su camino tapando por completo el sol. Taemin se detuvo en seco, sorprendido por la inesperada aparición. Ante él, erguido y majestuoso, estaba el Wangja Minho. Los ojos del Príncipe, profundos y oscuros como la noche, lo miraban intensamente, y la fuerza de esa mirada lo dejó sin palabras.

Un chillido escapó de los labios de Taemin, era de sorpresa e incredulidad. "¡Ayyyy!" —Sus piernas temblaron, y su estómago se revolvió con una mezcla de emociones que le hacían sentir como si miles de grillos saltaran en su interior. En ese momento, el mundo entero parecía desvanecerse, dejando solamente a Taemin y Minho atrapados en un mundo aparte.

Permanecieron inmóviles durante lo que pareció una eternidad. Las palabras eran innecesarias en ese momento. Finalmente, el Wangja se dio la vuelta y comenzó a caminar, y Taemin, tembloroso, lo siguió. Se movía como un cachorro tras su amo, experimentando una mezcla de miedo y excitación.

El camino los llevó a un barrio alejado de la plazuela, un lugar conocido como Wonchon*. Era un rincón especial, donde las habitaciones se alquilaban para aquellos Yanbangs que buscaban intimidad y diversión con sus amantes. Era un refugio seguro donde nadie preguntaba quién entraba o quién salía, incluso si se trataba de Wangjas de diferentes reinos.

Cuando llegaron a una de las habitaciones, Minho abrió la puerta  y entró. Taemin, todavía agitado, lo siguió. Sabía a lo que había ido, lo entendía perfectamente, y estaba dispuesto a hacer cualquier cosa que Minho le pidiera.

El interior de la habitación estaba bañado por la luz tenue de los rayos del sol, que se colaban por entre las rejillas de las ventanas, creando una atmósfera íntima y cálida. El aire estaba impregnado del aroma dulce y embriagador de unas velas perfumadas dispuestas estratégicamente alrededor de la habitación. El silencio se oía interrumpido sólo por el murmullo distante de la ciudad. Taemin se sintió nervioso pero emocionado mientras observaba a Minho cerrar la puerta detrás de él. Taemin dejó la cesta que llevaba, junto a la entrada. El silencio llenó el lugar

 Mientrás Minho se acomodaba en un mullido Yo*, dispuesto en el suelo, con una mirada intensa y llena de deseo, ordenó a Taemin que se despojara de su ropa. —¡Desnúdate, quiero verte!.  —Taemin, con un palpitar acelerado en el pecho, cedió a la petición del Wangja Minho, sumisamente. Desató los cordeles que amarraban las telas a su cuerpo. Dejó caer cada prenda con sensualidad y elegancia.