Las Memorias Perdidas De Un Héroe

Templos

El trío se hallaba caminando rumbo a su siguiente destinatario, hace no mucho habían terminado de ayudar a la bibliotecaria, Lisa.

La caminata no tomó más de 5 minutos, a fin de cuentas no estaban tan lejos de donde habían terminado.

Al llegar, ahí estaba la siguiente persona que los estaba esperando, siendo ni más ni menos que Amber quien estaba recargada en un pilar, viendo lo que parecía ser un arco, a su lado había lo que era otro templo, el diseño era igual, no había alguna diferencia.

¡Oye, Amber-san!

La voz de Izuku resonó por el lugar, mientras los oídos de la chica oyeron su voz. Ella volteó a donde venía la voz, para ver a Izuku alzar la mano en señal de saludo, mientras qué a su lado iba Aether y Paimon.

Una sonrisa se formó en sus labios para luego responder con una sonrisa.

¡Chicos!

Una vez que todos ya estuvieran reunidos, Amber habló.

Me alegra que hayan llegado, los estuve esperando, ahora si podremos este templo de los Cuatro Vientos.

A medida que decía eso, ella puso sus manos en su cintura.

Estos templos han sido abandonados como si fueran desperdicio por muchos años, ahora la gente de Mondstadt ya casi no viene aquí.

¿Que tanto paso cómo para que llegara al abandono?-Aether preguntó curioso, mientras veía el templo de reojo.

Yo diría que bastante, pero me sorprende que incluso la propia gente que venera al Arconte Anemo haya dejado así los templos.-Izuku habló, dándose una imagen en su mente de como solían lucir estos templos en sus mejores días.

Antes de que entremos, hay chances de que hayan nidos de monstruos o campamentos de Hilichurls, así que vayamos alerta.

Los demás asintieron, aunque era más que claro que ya venían preparados.

Aún sigo sin creer que Stormterror solía pertenecer a uno de los Cuatro Vientos... bueno, sea como sea, será mejor ir de una vez, el viento aquí se siente extraño, posiblemente el poder del dragón este haciendo disturbios por aquí.

Y con eso dicho, ahora el escuadrón se acercó a la puerta para que ahora Izuku fuera el qué se acercará y pusiera su mano en esta. Lo mismo había sucedido qué con el anterior templo, su brillo rojo cambió a ser azul y seguido de eso las puertas se abrieron.
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Al entrar, lo primero que vieron al frente fue una de esas estructuras qué tenían que ser tocadas para activarse.

Presiona esa consola para que podamos pasar.-Amber sugirió.

Aether se acercó y tocó la estructura con su mano para que la puerta qué estaba bloqueado se abriera.

Nada más al abrirse, rápidamente vieron que el punto más alto del lugar era donde se encontraba lo que estaban buscando, pero había un problema...

¿Enredaderas?

Izuku preguntó, notando que el camino que se suponía guiarlos, estaba bloqueado.

¡Miren allá, un cofre!-Paimon habló, para señalar que al lado de las enredaderas había un cofre qué desafortunadamente estaba bloqueada por la misma razón.

Parece ser que el fuego sería un buen aliado en este momento para poder abrirnos paso, pero dudo que nosotros sepamos usar fuego.-Aether aseguró.

En eso, la risa de Amber resonó por el lugar, haciendo que los demás la vieran.

¡No se preocupen, yo me haré cargo!

Su voz sonó con entusiasmo y emoción, ahora era momento de ella de mostrar de lo que era capaz.