El atardecer aún era joven, y las montañas recibían con gratitud las últimas horas de luz que el astro rey derramaba sobre ellas antes de sumergirse en el horizonte. Los rayos del sol pintaban el cielo con una paleta de tonalidades cálidas y resplandecientes, desde el naranja suave hasta el violeta profundo. Cada contorno de las montañas quedaba resaltado por la luz dorada, creando una escena que fácilmente podría considerarse una de las más tranquilas y hermosas que uno pudiera experimentar desde la posición en la que se encontraban.
A pesar de la aparente tranquilidad del entorno, entre las majestuosas montañas, un destello verde pasaba a una velocidad sorprendente. Se desplazaba con determinación, como si estuvieran encaminados hacia un destino específico, atravesando la escena tranquila del atardecer con una energía inquebrantable.
A lejanía se podía ver una enorme edificación qué poco a poco el destello verde iba acercándose, la arquitectura del lugar era única en inusual, ya que el lugar estaba construido en un tipo de pilar. En cuestión de solo segundos, el destello se había detenido en la entrada del lugar, dejándose ver con total claridad a la persona o bueno, en este caso personas.
Un rubio, una peliblanca, y el responsable de aquél destello, un peliverde, luego de haber usado el mismo método qué usaron de transporte, Izuku, Aether, y Paimon habían llegado a la Posada Wangshu, algunas personas andaban en el lugar, andando en lo suyo.
Bueno, finalmente hemos llegado.-la voz de Izuku resonó, mientras desactivaba One For All y veía el lugar con curiosidad.
Se supone que aquí es donde esta el último Adeptus, ¿no?-Aether comentó, viendo con curiosidad un molino hidráulica qué estaba detrás de la edificación.
¡Vamos! No hay que perder tiempo.-Paimon habló con emoción y entusiasmo, incitando a sus amigos qué avanzarán, lo cuál así fue.
Les tomó un poquito de tiempo subir completamente el lugar, pero finalmente habían llegado, habían subido hasta la punta completamente, en donde para sorpresa de los tres, no había ni una sola persona, más que solo ellos tres.
Estamos aquí, pero no hay señales.-Aether comentó, viendo los alrededores solo para ver nada más que solo al peliverde y a la peliblanca.
Wow, chicos, tienen que ver esto...-Izuku habló, mientras se acercaba al barandal de madera, siendo seguido por los demás.
Los tres quedaron maravillados al contemplar la majestuosidad de la vista desde aquel mirador. Ante ellos se extendía un lago inmenso y resplandeciente, sus aguas azuladas capturaban la esencia de la pureza. Las montañas, imponentes y grandiosas, enmarcaban el horizonte, creando un paisaje que evocaba asombro y admiración. Las estatuas de Los Siete, guardianes celestiales, se erguían en la lejanía como testigos silenciosos de la vastedad del mundo. Las nubes danzaban al compás del viento, añadiendo un toque de gracia al panorama. Y como remate, el atardecer pintaba los árboles con tonalidades amarillas, haciendo que cada hoja reluciera como un tesoro en la luz dorada del día que se despedía. Era un espectáculo que dejaba sin aliento y recordaba la maravilla constante que ofrecía el vasto y hermoso mundo que tenían ante ellos.
"Esto es... maravilloso..."
Las palabras salieron con dificultad de la boca de Izuku, quien permanecía maravillado ante la majestuosidad del paisaje. La brisa jugueteaba con su verdoso cabello y con el de sus amigos, mientras el atardecer pintaba sus rostros con tonos cálidos. Sus ojos, esmeraldas resplandecientes, reflejaban los rayos solares de manera tranquila y fluida, como si estuvieran absorbidos por la magnificencia del entorno. Ante ellos se extendía un escenario que trascendía la descripción, una sinfonía de colores y formas que se combinaban para crear un cuadro inolvidable. La inmensidad de la naturaleza parecía haberse detenido por un momento para permitirles apreciar su belleza en todo su esplendor.
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Las Memorias Perdidas De Un Héroe
FanfictionLas memorias, esa asombrosa habilidad humana para atesorar los momentos y revivirlos, incluso después de décadas, son fundamentales para nuestro crecimiento y evolución. Nos definen, nos conectan con nuestro pasado y nos guían hacia el futuro. Pero...