El Bardo

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Midoriya, Midoriya, Midoriya...

Oscuridad era lo que veia, junto a ello la voz de alguien hacia eco, pero la voz era ininteligible como para que se pudiera distinguir a quien le pertenecía aquélla voz.

Midoriya, Midoriya, ¡Midoriya!

La voz volvió a resonar con mucha más fuerza, haciendo que el antes mencionado abriera los ojos de golpe y solo viera borroso por unos instantes y viera con claridad.

Parece que el solo relajarte te hizo quedarte dormido, ¿eh?

La voz dijo, aún era ininteligible y por alguna razón sonaba distorsionada.

L-lo siento...-Izuku respondió, mientras miraba sus alrededores.

Notó qué estaba afuera, sentado en el verdoso césped, arriba de él había un árbol verdoso qué le estaba dando sombra, pero había algo raro...

A lo lejos no podía visualizar más su alrededor, era como si estuviera blanco y a la vez borroso, solo tenia un muy reducido campo de visión.

Izuku miró de reojo a la persona que le había despertado, solo para ver que su rostro estaba borroso y distorsionado, apenas y podía ver lo que era su cuerpo.

No puedo creer que ya estemos cursando nuestro último año... ha sido una larga travesía...-la voz dijo, parecía que no creía lo que dijo.

¿Que quería decir con eso? Una pregunta que confundió a Izuku, pero pues simplemente no podía quedarse callado...

Si... el tiempo pasa rápido...-Izuku respondió, no parecía entender muy bien la situación, pero por alguna razón sentía que esto se le hacía familiar de algún modo.

Han sucedido varias cosas, pero en tan solo tres días finalmente seremos lo que tanto hemos anhelado.-la voz dijo nuevamente, ahora sonaba como ansioso.

Jeje... lo sé, yo tampoco sigo creyendo que ya estemos a menos de una semana de que ocurra, será algo que marcará nuestras vidas.-Izuku dijo, la nostalgia en sus palabras resonaban por el lugar.

La brisa movía sutilmente su pelo, junto a eso, el césped y las hojas del árbol, mientras notaba que traía lo que parecía ser un uniforme, lucía prestigioso, pero se le hacía conocido.

En eso, pasos se oyeron en el césped para que de entre lo blanco y borroso saliera alguien más. Una vez más, Izuku no pudo distinguir quien era, lucía igual que la otra persona con la que hablaba hace unos momentos, solo por el uniforme qué traían los dos que era igual al de él.

Así que aquí estaban, y yo que los había ido a buscar a la cafetería.-la voz dijo, parecía sonar con alivio.

Que sucede, %&0#&%1#$?-la otra voz preguntó.

Justo cuando la voz dijo eso, lo que parecía ser el nombre de aquélla persona se distorsiono hasta el punto en el que era ininteligible, lo que extraño a Izuku, parecía como si hubieran hablado en otro lenguaje.

1!&*%$ nos está buscando, ¡vamos! ¡No queremos hacerlo esperar!-La otra voz dijo, parecía sonar ansioso esta vez.

Nuevamente lo mismo sucedió con la distorsión de lo que parecía ser otro nombre, pero parecía ser el nombre de la persona que los estaba llamando.

Ah, si. Vamos, Midoriya.-la otra voz miró a Izuku, sonaba calmado.

Izuku asintió mientras se ponía de pie y caminaba con ellos, adentrandose en lo que parecía ser un enorme edificio qué apenas podía ver, no sabía adónde iban, pero simplemente dedujo qué era algo inofensivo, y así, Izuku entró al edificio con las dos personas.
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Izuku abrió los ojos de golpe para luego levantarse casi de golpe, veía borroso pero no tardó mucho en recuperar la visión y notar que estaba en su habitación, tenía el rostro ligeramente sudado, aunque no fuera una pesadilla o algo por el estilo, sintió que fue real, aunque parecía que estaba algo estresado.

Las Memorias Perdidas De Un Héroe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora