Una Peculiar Cita

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Tras ese pequeño momento a solas entre Izuku y Lisa, la noche había concluido con una despedida entre los dos. Ahora que tenían que esperar por el momento para poder seguir avanzando, tenían que ocupar la mente en algo por más por el momento, y así fue.

Algunos días habían pasado y el peliverde junto con sus amigos estuvieron haciendo algunas misiones, cabe aclarar que eran misiones básicas y no tan difíciles de completar y rara vez tenían la oportunidad de hacer misiones qué si lucieran más complejas.

Durante esas misiones, conocieron a una chica llamada Xiangling, una muy agradable chica que conocieron inesperadamente para que terminarán teniendo una larga aventura relacionado a la cocina, a fin de cuentas ella era conocida por una excelente chef, hasta incluso les enseñó a como preparar diferentes platillos.

De entre todos esos platillos, Izuku había creado el qué sería su platillo preferido, siendo el mismísimo katsudon, ni tenía idea de como lo había creado, simplemente dejó qué sus manos hicieran el trabajo, no importaba si la memoria la tenía jodida, el katsudon siempre iba a estar presente adónde sea que vaya, era patrimonio de él.

El platillo en general dejó fascinado a Xiangling, Aether y Paimon, a pesar de que el rubio y el peliverde ahora fueran unos buenos chefs, de alguna forma Izuku lograba preparar ese platillo de una forma magistral, como si ese platillo tuviera que ser preparado con una delicadeza fuera de este mundo, Xiangling, siendo una chica que le fascina bastante la comida, estaba qué le rogaba a Izuku qué le preparará cientos y cientos de katsudons, ya que aunque ella tuviera bastante experiencia en la cocina, no podía rivalizar al sabor del katsudon qué Izuku preparará.

Al final la aventura de cocina qué tuvieron con ella había finalizado, habían hecho una nueva amiga, aunque se habían divertido bastante, todavía no habían noticias de Diluc, todavía había qué esperar, aunque la ansiedad los carcomiera, debían ser pacientes.

Y así otros días habían pasado, durante esos días, no hubo casi mucho de lo que se pudiera hablar, a excepción de que Izuku había empezado a entrenar un poco, ¿la razón? Las veces que había usado One For All, o bueno, las muy poquísimas veces que uso One For All, Izuku sintió que su cuerpo si estaba hallado a resistir tal energía, pero era como si su cuerpo estuviera oxidado, por lo que tenia que hacer que su cuerpo quitará toda la oxidación.

Así que empezó a entrenar cuando tenia algo de tiempo, mínimo un hora y media entrenaba cada que podía, golpeaba o lanzaba patadas para mejorar su estilo de combate y practicaba calistenia, y cuando había chance, usaba algo pesado qué se le hiciera exigirse más.

Aether y Paimon quedaban incrédulos cuando veían a Izuku completamente sucio y una que otra pequeña herida, de verdad que era un joven bastante disciplinado y les daba la idea de que así era como se había vuelto bastante fuerte para poseer tal fuerza bruta.

En menos de lo esperado, ya había pasado una semana desde el segundo encuentro con Stormterror, y aún todavía no había noticias para este punto.

Yendo al presente, la tarde se había hecho presente o bueno, no por mucho ya que iba a anochecer. Las calles de Mondstadt lucían bastante tranquilas, aún habían personas caminando y haciendo sus actividades cotidianas.

De entre todas esas personas, se encontraba un peliverde yendo hacia la Sede de los Caballeros de Favonius, iba con el objetivo de ver si Jean estaba ahí para poder preguntar sobre la situación de Stormterror, aunque no quería ir a molestar, la verdad es que la inquietud y ansiedad le habían ganado y debía si o si preguntar, a fin de cuentas ella tenía conexión con Diluc, la razón por la que Aether y Paimon no lo acompañaban era porque la peliblanca había jalado al rubio a que le comprara algo de comer.

Las Memorias Perdidas De Un Héroe Donde viven las historias. Descúbrelo ahora